jueves, 23 de octubre de 2014

Zacarías 9: EL REY VENDRÁ...


"Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna" (Zacarías 9:9).

El ministerio de Cristo es realmente impresionante. Desde su nacimiento humilde en un pesebre hasta la muerte de cruz, la manera más cruda de morir, nos presentan a un Salvador apasionado en la salvación de la humanidad a tal punto de dejarlo todo, absolutamente por amor a mí y a ti. No es una novela holliwoodense es la verdad en su máxima expresión. Jesús dejó su gloria, la adoración de millares y millares de ángeles para venir a éste mundo vil con el propósito claro y definido de buscar y salvar lo que se había perdido (Lc. 19:10). 

El mensaje de hoy tiene que ver con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén montado en un asno. ¿Un asno? - parece ser una broma ciertamente - efectivamente, tal como Zacarías lo profetizó, los cuatro evangelistas (Mt.21:9; Mr.11:9,10; Lc. 19:38; Jn. 12:13-15) lo registran. Y es probablemente uno de los momentos más "pomposos" que Jesús vivió y que consintió. La multitud llena de alegría gritaba de gozo asociando ese acto, como el inicio de una nueva etapa para la historia de Israel. Habían visto a Jesús hacer milagros como multiplicar panes, resusitar muertos, sanar enfermedades incurables, dar vista a los ciegos, etc... Los judíos creían que un rey así definitivamente podría llevarlos a la victoria ante cualquier enemigo. No tendrían problemas de alimentos pues Jesús multiplicaría los alimentos, no tendrían problemas de salud pues Jesús sanaría sus dolencias, no perderían soldados en batallas pues Jesús los resusitaría... ¡Vale la pena tener un rey así! - imagino a la población gritando de gozo.

Sin embargo, cuatro días después, un jueves por la noche Jesús los "defraudaría" al mostrarse tan sencillo y manso ante los que lo apresaron en el monte de los Olivos. Chasqueados los judíos vieron sus esperanzas desaparecer con Jesús, el supuesto Mesías, en la cruz del calvario. Y es que ellos creían que el Mesías vendría triunfante con un ejército poderoso para hacer frente a los romanos y todos los pueblos enemigos y levantar a su pueblo en gloria. Creían en un Mesías militar, davídico, hambriento de venganza y victoria... No esperaban a un Mesías nacido en un pesebre, educado en una familia de carpinteros, que no tenía dónde recostar su cabeza y que murió cruelmente como el peor delincuente de aquellos tiempos.

Los judíos no entedieron la venida de Jesús, sabían, habían leído, pero su mente rebelde no les permitió ver su real necesidad, ellos no necesitana solo ser libres físicamente, no solo necesitaban ser sanados de enfermedades incurables... ellos necesitaba ser libres espiritualmente y ser sanados de la enfermedad del pecado. Cuando llegó el día viernes, los miles de judíos que gritaron de alegría en la entrada de Jesús y lo proclamaron como a un rey, ellos mismos, chasqueados hasta más no poder, gritaron fuertemente para que crucifiquen a Jesús. Y así fue.

Jesús volverá. Y viene ciertamente tal como la profecía lo anuncia. Y vendrá ahora así, con millares y millares de ángeles. Vendrá con poder y gloria... esa es la promesa.  Ya no vendrá como un humilde niño nacido en un pesebre sino en gloria y majestad (1 Ts. 4:13-18; Ap. 1:7). ¿Estás listo? Ese día será de alegría para algunos y tristeza y llanto para otros. Yo quiero que ese día sea de gozo y alegría y me preparo para ellos.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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miércoles, 22 de octubre de 2014

Zacarías 8: EL MEJOR Y MÁS DIFÍCIL SERMÓN DE SER PREDICADO



»Así dice el Señor Todopoderoso: “En aquellos días habrá mucha gente, de todo idioma y de toda nación, que tomará a un judío por el borde de su capa y le dirá: ¡Déjanos acompañarte! ¡Hemos sabido que Dios está con ustedes!” » (Zacarías 8:23).

¿Te imaginas que llegue el día en el que alguien te diga: "Déjame acompañarte a tu iglesia, pues sé que Dios está contigo"? No, no es un imposible si tan solo entendemos el por qué y para qué Dios nos ha llamado a ser parte de su pueblo. Hoy es 22 de octubre del 2014, y no es casualidad. Hace 170 años Dios permitió proféticamente el nacimiento de un pueblo nuevo, un pueblo que debía llevar el triple mensaje angelical (Ap. 12). Un pueblo con un origen, mensaje, misión y destino glorioso. ¡Qué buena noticia!


El mensaje de Zacarías para hoy tiene que ver con una promesa real que Dios le hizo a su pueblo después de volver de Babilonia. Después de haber estado en condición de esclavos, ahora Dios les promete que si ellos son fieles y cumplen el propósito como pueblo remanente de Dios, habrían bendiciones extraordinarias y toda la gente se maravillaría de modo que "pedirían voluntariamente" ser parte de ese pueblo, ser parte del pueblo de Dios.

¿Cuánto gastamos en propagandas, afiches y más volantes para que las personas asistan a nuestras iglesias? ¿No sería mejor que invirtiéramos en nuestras vidas? Claro que sí, pero no con una inversión económica sino con una espiritual, a los pies de Jesús, siendo transformados de día en día y de victoria en victoria... todos los días en la primera hora de cada mañana. Dios tiene un propósito real y maravilloso. 

Hay muchas personas que no son atraídas a Dios simplemente porque no encuentran a un pueblo que refleje a un Dios tal como las Escrituras dice. Con nuestras vidas predicamos más y mejor que con nuestros labios. ¿Cuán importante es entonces el testimonio personal?

El plan de Dios era que Jerusalén volviera a ser un lugar seguro, en el que los ancianos podrían sentarse en las calles llenas de niños juguetones (Zacarías 8:4, 5). Para los que habitaban en una ciudad arrasada por conquistadores, la promesa de calles seguras para jóvenes y ancianos sonaba como un sueño.

En lugar de permanecer para siempre como una pequeña nación subordinada, el pueblo de Dios debía ser un imán al cual las naciones se acercaran para adorar al Señor, el Rey de toda la tierra (Zacarías 14:9). El uso de la expresión “de toda lengua”, en Zacarías 8:23, indica que la profecía preveía un movimiento universal.

La iglesia de Cristo, también llamada “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16), posee el privilegio, en nuestro tiempo, de tener una parte en esa misión. Hemos de llevar la luz de la salvación a los confines de la Tierra. De ese modo, el pueblo de Dios puede ser una gran bendición para el mundo.

El mejor sermón y el más difícil de ser predicado es el testimonio. La gente conocerá que somos discípulos si somos capaces de mostrar Su amor, el amor de Dios en la plenitud que es. 


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Nota: El tema de hoy es una adaptación de la Lección #12 de la Guía de Estudio de Escuela Sabática 2013 - II Semestre titulado: "Buscad a JEHOVÁ, y vivid".

martes, 21 de octubre de 2014

Zacarías 7: CUANDO AYUNAS, ¿LO HACES POR DIOS?


"Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?" (Zacarías 7:5).
Cuando la iglesia programa ayunos, escucho con frecuencia a más de uno decir: "Estoy ayunando porque quiero hacer un sacrificio por amor a Dios". ¿Qué es el ayuno? ¿Se deleita Dios cuando sus hijos dejan de comer alimento alguno? ¿Se beneficia Dios si tengo hambre por causa de Él? No te apresures en responder tan rápido. Mejor, ¿cuando ayunas, lo haces por Dios? Pues bien, el capítulo 7 de Zacarías destaca la visita de una delegación de Bet-el a Jerusalen para preguntar si deberían seguir ayunando cuatro veces al año como lo hacían cuando estaban exiliados en Babilonia. En realidad el único que ayuno que Dios pidió a través de Moisés debía ser en el séptimo mes (ver Lev.16). Sin embargo en Babilonia ayunaron en el quinto mes para llorar por la destrucción del templo (ver 2 Rey.25:8,9), esto era a parte del cuarto mes donde se recordaba la rotura de Jerusalén (Jer. 39:2). Finalmente en el mes décimo el pueblo ayunaba y lloraba el sitio contra Jerusalén (Jer.39:1). Como el exilio había terminado, la gente se preguntaba si todavía era necesario ayunar en el mes quinto.
La respuesta de Dios es categórica: ¿habéis ayunado para mí? La respuesta de Dios deja reflexiones interesantes. ¿Cuatro ayunos públicos y programados y Dios les hace esa pregunta? No son las veces que ayunas y lloras si en tu vida sigues haciendo las cosas antiguas. Dios aprovecha a decirles (ver Zac. 7:8-4) que hagan un cambio, que recuerden del pasado y el porqué llegaron a ser esclavos de Babilonia. No se trata de dejar de comer y llorar, se trata de hacerlo de verdad por Dios.
El ayuno no le beneficia a Dios. Dios no se deleita cuando sientes hambre por amor a su nombre supuestamente. El ayunno te beneficia a ti y su propósito - si lo haces de verdad - es dejar a un lado el yo y salir a minstrar las necesidades de los demás. ¿De qué sirve el ayuno si después de hacerlo sales a comer para compensar todo lo que no has comido durante el tiempe ayuno? Es como aquellos que hacen vigilia toda una noche y al día siguiente duermen todo el día. ¿Qué sentido tiene hacer cosas para supuestamente agradar a Dios cuando deberías agradar a tu prójimo que necesita alimentos y ayuda?
Elena G. de White diría: "El espíritu del ayuno y la oración verdaderos es el espíritu que entrega la mente, el corazón la voluntad a Dios" (Consejo sobre régimen alimenticio, p. 224).
Dios no es un Dios "sado". No se delita en el hambre o en el sueño que sus hijos renuncian por horas o días. No. Dios quiere que eso te lleve hacer algo pues ayunar a fin de sentir lástima por uno mismo es pérdida de tiempo y esfuerzo. Es necesario mirar más allá del ayuno, es necesario hacer cambios.
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martes, 14 de octubre de 2014

Hageo 2: ¿ÉXITO? ESFUERZO HUMANO Y PODER DIVINO



"Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá  el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos" (Hageo 2:7). 

El pueblo entiende el mensaje, saben que el profeta Hageo y su mensaje es real. No hay bendición de Dios cuando no hacemos las cosas como Dios quiere. Sencillo y lógico. Trabajas mucho y ganas poco porque Dios no es el primer lugar. Ahora, el profeta insta a los líderes, primero a los líderes: Zorobabel y Josué a esforzarse, cobrar ánimo y trabajar porque Dios estará con ellos en tan extraordinario y maravilloso proyecto (Hag.2:4). No hay un mensaje tímido ni dudoso, es claro: ESFUERZO, BUEN ÁNIMO Y TRABAJO de parte de los hombres y Dios ESTARÍA CON ELLOS y por lo tanto no debían tener miedo (Hag. 2:5). Ahí radica el éxito en todo proyecto, el esfuerzo humano en combinación con el poder divino.

Quizás el temor del pueblo estaba sustentado en la falta de recursos. Tenían las ganas, había material humano, pero ¿y los recursos? Dios les responde: "Mia es la plata, y mío es el oro" (Hag. 2:8). ¡Maravillos! ¡Extraordinario! Dios lo tiene todo y listo para que su iglesia, su pueblo ponga manos a la obra. Y es que todo lo que Dios nos pide para hacer solo requiere confianza en Su poder y trabajo. Dios proveerá siempre. Nunca lo olvides.

¿Y qué tiene que ver el Deseado de todas las naciones? Mucho. El Deseado de todas las naciones  es Jesús. Aquél que haría que la gloria del templo de Jehová que ha de construir sea más grande que la anterior (el templo construido por Salomón), ¿y por qué? Porque Jesús, el Dios mismo estaría en el templo cuando vino a la tierra como hombre. No te imaginas lo que Dios hará cuando tú haces su voluntad. Es posible que el proyecto de Dios en el cual trabajas o te dedicas parezca pequeño pero Dios tiene un premio enorme si te pones en sus manos. Solo tienes que confiar y trabajar. Recuerda, el éxito en todo proyecto de Dios está en el esfuerzo humano y el poder divino. ¿Amén?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

Hageo 1: ¿TRABAJAS MUCHO Y GANAS POCO?


"Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal, recibe jornal en saco roto. Así deice Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos" (Hag. 1:6-7).

El dinero no me alcanza, me falta tiempo para terminar, no logro ahorra ni un centavo, trabajo y trabajo y no hay ganancias... ¿por qué? ¿Qué suecede en mi vida? ¿Por qué trabajo las "25 horas" del día y gano como si trabajara una hora? El libro de Hageo tiene la respuesta. Y esto no es teología de la prosperidad tan predicada y enseñada en otras denominaciones.  Hageo es el libro de la mayordomía cristiana. ¿Empezamos?

El libro de Hageo se escribió en un momento difícil del pueblo de Dios, según el contexto del libro esto ocurrió cuando volvieron del exilio en Babilonia. Debemos recordar que cuando el imperio Babilonio fue derrotado por Ciro el Grande, rey de los medos y persas, instituyó un política de conciliación religiosa con la nación vencida. Esa política de conciliación fue el motivo del decreto que permitía que los judíos vuelvan a Jerusalen y reconstruyan su templo.

Los judíos liderados por Zorobabel, gobernador de los exiliados y Josué, el sumo sacerdote regresaron de Babilonia a Jerusalén con el objetivo de reedificar su templo, el cual fue destruido por los babilonios tal como lo había dicho Jehová a través de sus profetas. Sin embargo, tal parece que afanados por contruir primero sus casas y sus viñas se olvidaron del templo de Dios y dejaron que esté en ruinas. Ante esto, el profeta Hageo exhorta a los exiliados diciendo: "Meditad sobre vuestros caminos" (Hag.1:5 y 7).  Su mensaje era lógico y sencillo, los judíos trabajaban las "25 horas del día" pero habían ganado poco, y sin duda no había beneficio alguno, ¿por qué? habian equivocado sus prioridades. No ponían en primer lugar al que debe estar en el primer lugar y muy por el contrario se habían concentrado en cosas secundarias, importantes, pero no primarias, y allí radicaba el error de sus vidas. Jesús les habría dicho: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mt. 6:33). 

Sucede lo mismo hoy, vamos por la vida concentrados en cosas materiales, buenas y no malas, pero dejamos las cosas de Dios en un segundo, tercer y hasta último plano. No es lo mejor. Trabajas las "25 horas del día", "los 08 días de la semana", "los 32 días del mes" y "los 366 días del año" y ves que tus cuentas no crecen y las deudas sí. Pareciera que el dinero no alcanza, y muchas veces dices: "se va como agua entre las manos...", y es que es lógico y sencillo, no es la ecuación correcta. Lo correcto es poner a Dios en primer lugar y esperar en que Dios te dará todo, TODO lo que sabe que necesitas.

Dios usó a Hageo para exhortar los corazones de un pueblo materialista, preocupados en casas, tierras, bienes y alejados el proyecti mayor, la casa de Jehová, Su templo. ¿Es malo preocuparse en tener una mejor casa, bienes, etc? No, casas, bienes, tierras son cosas buenas, pero cuando ellas son mi prioridad y hacen que mi amor por las cosas de Dios pasen a un segundo o tercer plano entonces ya no son más una bendición sino una maldición... y es allí donde poco a poco, en mayor o menor grado siembras mucho y cosechas poco (Hag. 1:6).

Finalmente, hay algo que debe dejar en claro. El templo de Jehová era un símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo (Ex. 25:8) y no era posible ser honrrado y adorado de esa manera. El templo estaba en ruinas, y esa era la imagen visible al mundo que el Señor y soberano de la tierra estaba en ruinas por culpa de su pueblo. ¿Podría el pueblo de Dios testificar al mundo entero del verdadero y único Dios y todo el plan de salvación teniendo un símbolo (templo) en ruinas y abandono? 

¿ Y nosotros? ¿Le estamos dando la prioridad a Dios en nuestras vidas? Muchas veces no encontramos bendición simplemente porque no hacemos la cosas en el orden correcto. Dios debe ser lo primero.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


domingo, 12 de octubre de 2014

Sofonías 3: LIDERAZGO CORRUPTO ¿PUEBLO CORRUPTO?


"Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdtes contaminarom el santuario, falsearon la ley" (Sofonías 3:3-4).

¿Es posible tener tanta luz a disposición y caminar en tinieblas? Un proverbio chino  dice que el lugar más oscuro de una habitación está inmediatamente debajo de la vela. Sin duda dice una gran verdad cuando miramos la historia de Judá, el pueblo de Dios. Judá fue una nación privilegiada, escogida de entre muchas y probablemente mejores naciones para ser un pueblo glorioso y reino especial de Dios. No cumplieron el propósito maravilloso de Dios, mataron a sus profetas, los castigaban, se burlaban de ellos y menospreciaban las Palabras de Jehová. 

Sofonías describe la maldad de Jerusalén, capital de Judá. Las llama rebeldes, contaminada y opresora, que no escucha la voz de Dios ni recibe corrección y para colmo, no confió en Jehová (Sof. 3:1-2). La condición del pueblo es terrible, pero lo que resulta sumamente interesante es que el profeta infiere que los responsables son nada más y nada menos que los líderes en todos los niveles:¿Cuánto influye un líder en el éxito o fracaso de un pueblo, iglesia o familia?  (1) Príncipes son como "leones rugientes", (2) Jueces son "lobos nocturnos", (3) Profetas son livianos y prevaricadores, (4) Sacerdotes contaminaron el santuario y falsearon la ley (Sof. 3:3-4). ¡Qué tal líderes! Se dice que el éxito o fracaso de un equipo depende de liderazgo hasta en un 70%, y ¿qué de un pueblo? Los líderes de en todos los niveles demostraban maldad y lejanía de Dios. ¿Cómo podrían liderar un pueblo como Dios quiere si ellos no eran dirigidos por Dios? Si deseamos liderar a un pueblo, una iglesia, un departamento y llevarlo a Dios es necesrio ser liderados primero por Dios. ¿Qué tal?

El día del juicio es real. Puedes tener tus dudas, puedes creer que es lejano, puedes tener tu propio concepto de juicio, es tu decisión, pero una cosa es cierta, el jucio es real y debes estar preparado, preparado como Dios quiere no como tú quieres. La Biblia es la mejor guía para ese día tan esperado, amado e ignorado por no pocos y las palabras de Sofonías son latentes hoy. ¿Cómo está tu vida? ¿Cómo está tu iglesia? ¿Cómo estás...? Si eres líder de un grupo, de una iglesia, departamento, o de tu familia, piensa en ésto: ¿estás llevándolos a Dios como Él quiere o como tú quieres? Eres responsable también. Todos seremos juzgados por Dios, pero si eres líder tendrás más responsabilidad.

Nunca olvidemos: "El remanente de Israel no hará injustica ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice" (Sof. 3:13). Habrá un remanente al final, aquellos que con gozo esperarán la venida de Jesús, del juicio. Yo quiero ser parte de ese remanente, que es fiel y lo es porque es apacentado por Dios mismo, por Jesús. ¿Y tú?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


Sofonías 2: EL FIN DE LA HUMILDAD Y LA SOBERBIA (ORGULLO)



"Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusiste por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo" (Sofonías 2:3).

Hay cristianos humildes y otros soberbios u orgullosos. Como en todo y todos haya de todo también en el pueblo de Dios. ¿Cuál será el destino de cada uno de ellos en el día de Jehová?

El juicio de Dios es inminente. No hay pasotergación. El profeta lo sabe y seguro de que el juicio, el "día de Jehová" es real hace un llamado al arrepentimiento. Solo el arrepentimiento de todo corazón evitaría que el "día de Jehová" sea de destrucción total. No obstante, si persistían en su pecado, en su vida de maldad simplemente serían consumidos como paja (Sal. 1:4).  El verso de hoy presenta ese llamado de la siguiente manera: "Buscar a Jehová todos los humildes de la tierra" (Sof. 2:3). En la cita encontramos dos verdades enormes, (1) el profeta anima a buscar a Dios con humildad para encontrar justicia, y (2) todos pueden alcanzar esa justicia, no solo el pueblo de Dios.

Pero, ¿quiénes son los humildes? y ¿en qué consiste esa humildad? Los humildes son aquellas personas que permanecieron fieles a Dios, y a quienes él guía y enseña. El salmista dice: “Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera” (Sal. 25:8, 9). Es solo de ese modo que los humildes alcanzarán justicia en el día inminente de jucio. Los interesante del texto se encuentra en la palabra "quizás" no es algo seguro en realidad, es una posibilidad, ¿por qué? Sencillo, Los humildes son aquellas personas que permanecieron fieles a Dios, y a quienes él guía y enseña. El salmista dice: “Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera” (Sal. 25:8, 9). ¡Impresionante!

Finalmente, el verso 10 destaca el contraste entre los que pueden ser librados d ela destrucción: los humildes, y aquellos que serán juzgados definitivamente: los soberbios. No necesitamos mucha explicación para notar en expreso que Dios tiene una recompensa para los humildes y soberbios, enfatizando así que la soberbia no tiene nada de grato, y muy por el contrario en aquél día todos los soberbios serán avergonzados hasta finalmente humillarse e inclinarse ante Dios, Jehová.

¿Cuál es el mensaje para mí? ¿Qué lecciones puedo encontrar un cristiano como yo en el capítulo estudiado? Varias lecciones: (1) El juicio es real, Jesús viene pronto y aunque parece demorar cieretamente viene en breve, (2) Todos seremos juzgados en aquél día y a menos que no busquemos a Dios con humildad pereceremos en el día de la destrucción, (3) Esa liberación de la destrucción no es un obra humana o por mérito alguno sino es una gracia, un don, por ello la palabra "quizás", (4) Dedemos notar el contraste entre la humildad y la soberbia y sus destinos al final. 

Hoy, quisiera buscar a Dios humildemente, sin conceptos previos, sin argumentos e inclinaciones personales, sino limpio de corazón y de mente para ver lo que Dios quiere decirme, y así, quizás Dios me libre del día de la ira, por su gracia y amor, no por mérito alguno, sino por su gracia, su magna gracia.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

viernes, 10 de octubre de 2014

Sofonías 1: EL DÍA DE JEHOVÁ


"Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente" (Sofonías 1:14).

Si los libros de la Biblia estarían ubicados en orden cronológico, el libro de Sofonías debería estar entre Isaías y Jeremías. El mensaje del profeta condenó la corrupción del pueblo de Dios, Judá, teniendo como prósito mostrar que Dios está llamando aún a su pueblo a la rectitud pues el día de Jehová está cerca, muy cerca y eso indicaba llanto, pesar y muerte para los que persisten en su maldad, y alegría, gozo y vida, salvación para los que se arrepentían, el remanente de todas las naciones. No dudas entonces que, el mensaje todavía interesa al pueblo remanente de Dios, a ti y a mí.

El mensaje central de Sofonías es el "día de Jehová" (Sof.1:7), y para él, así como para todos los profetas bíblicos, el "día de Jehová" se refiere al periodo de tiempo en el que Dios intervene en la historia de la humanidad a fin de juzgar y salvar. Es interesante descatar que los judíos creían que en ese "día de Jehová" Dios los salvaría, liberaría y los exaltaría de las demás naciones enemigas que serían destruidas para siempre. Así, los judíos esperaban ese día con gran emoción, y otros esperaban y finalmente se cansaban pues veían que ese "día de Jehová" demoraba, tardaba y era tan lejano. ¿No sucede lo mismo hoy? La mayoría de cristianos cree y espera el "día de Jehová", esperan la Segunda Venida de Jesús, cuando Cristo venga en poder y gloria para salvar a su pueblo, para salvar a su iglesia, para liberarlos y exaltarlos; ese día sin igual donde Dios pondrá fin a toda maldad. Sin embargo, muchos, creen que ese día es solo de salvación, y otros se cansan y creen que ese día es tan lejano...

Para sorpresa de los judíos, el "día de Jehová", según Sofonías sería un día de condenación hasta para el pueblo de Dios, Judá (Sof. 1:1-5) pues habían pecado grandemente contra Él (Sof. 1:17). La descripción del impacto del "día de Jehová" es realmente catastrófico: la humanidad, los animales, las aves y los peces... nadie se escapa del juicio de Dios. En nuestros días, muchos cristianos, creen, enseñan y aman la venida de Jesús, ese "gran día de Jehová" y sin duda hay motivos suficientes para ello; sin embargo, debemos saber o recordar que ese día será de alegría solo para aquellos que se pusieron a cuentas con Dios. Por otro lado, será de llanto y tristeza para aquellos que teniendo oportunidad de ir a los brazos de Jesús no lo hicieron. Entonces, cuando Jesús venga no solo destruirá a los malos, sino a aquello que profesan ser cristianos y viven de otro modo.

Podríamos concluir diciendo que, el mensaje de Sofonías es latente hoy. Ese gran "día de Jehová" está cerca, muy cerca y aunque parece lejano, está más cerca de lo que nos imaginamos... y será de alegría y salvación para los que aceptan hoy vivir como Dios quiere, y de desesperación y destrucción para los que a pesar de ser del pueblo de Dios persisten en sus maldades.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


jueves, 9 de octubre de 2014

Habacuc 3: REVIVA TU OBRA EN TODO TIEMPO


"Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia" (Habacuc 3:2).

La oración del profeta inicia con una declaración interesante: "he oído tu palabra, y temí". Habacuc expresa temor por la ira venidera de Jehová, por el juicio contra el pueblo de Dios a través de los babilonios, y por ello pide que tenga misericordia. De este modo, reconoce que como un profeta de Dios no actuó como debió, dudó de la justicia divina y desconfió de su proceder en cuanto al tiempo y la forma. Ahora, él teme a la palabra que oyó de Jehová. El verso de hoy tiene un mensaje significativo para nuestros días. ¿Cuál es la actitud de nosotros ante la Palabra de Dios? ¿Cómo tomamos los consejos bíblicos?

La segunda lección que podemos destacar en la declaración citada tiene que ver "reavivar" o "reanimar" su obra. ¿Qué obra debe ser avivada, reavivada o reanimada? La que Dios empezó, la obra de restauración, la que viene después del juicio. Habacuc sabía que el exilio, las acciones tristes de Babilonia sobre Judá no serían para siempre, sabía que sería por un tiempo, como una amonestación para su pueblo, una disciplina que tenía el propósito de encaminarlos en el camino real y correcto. El profeta le dice a Dios, completa tu obra, esa obra que empezaste. ¿No les parece conocido ese pedido o palabras? Pablo, un buen judío dijo algo parecido a eso en Filipenses 1:6 "Estando persuadido de esto, que el que empezó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo", ¿qué tal? No hay duda de ello. Así lo hizo con Judá, así lo hace hoy y lo seguirá haciendo con cada uno de nosotros. Dios quiere avivar, reavivar y reanimar su obra  en medio de los tiempos: ayer, hoy y mañana.

Habacuc, no solo reconoce quién es Dios demostrando así temor por sus Palabras y pidiendo misericordia, no solo pide reavivar y completar su obra en todo tiempo, sino que ahora pide que esa obra la haga conocer. Habacuc quería que las naciones, las personas conozcan el poder transformador, restaurador y misericordioso de Dios a través de ellos. En otras palabras, el profeta quiere que su pueblo sea restaurado para gloria de Dios. ¡Impresionante! Esa misma obra puede ser hecha en nuestras vidas hoy, y de esa manera las personas, vecinos, amigos, familiares conocerán el poder de Dios. 

Finalmente, después de describir el poder de Dios, el profeta termina su oración poniendo en las manos de Dios todo, completamente todo, desmotrando así su fe, su confianza en Dios, a pesar de todo. Habacuc dice: "Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;  Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de siervas, Y en mis alturas me hace andar" (Hab. 3:17-19).

El ministerio del profeta Habacuc es también una lección extraordinaria para nuestras vidas en Cristo. Podemos tener dudas, podemos no estar de acuerdo con los consejos divinos y con las respuestas que muchas veces nos pueden hacer enojar, reclamar una y otra vez diciendo: "¿Por qué?". Pero, Dios es tan bueno que tiene paciencia con nosotros y entiende nuestro pensar, conoce porqué actuamos así, y finalmente como Habacuc podemos reconocer que necesitamos fe, necesitamos confiar de tal modo que, aunque nos falte, dinero, comida, trabajo...  CON TODO, NOS ALEGRAREMOS EN JEHOVÁ, NOS GOZAREMOS EN AQUÉL QUE NOS SALVA Y ES NUESTRA FORTALEZA.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

miércoles, 8 de octubre de 2014

Habacuc 2: ¿QUIÉNES SERÁN SALVOS?


"Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá" (Habacuc 2:3,4).
La vida cristiana muchas veces tiene sus altos y bajos. Y hasta los profetas como Habacuc demostraron que son tan humanos como tú y yo. Después de expresar su desacuerdo con la decisión de Dios de usar a los caldeos como instrumento de sus juicios, y viendo que los juicios de Dios son justos a pesar de todo. Después de sus quejas, preguntas y reproches el profeta hace una declaración: "Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja" (Hab. 2:1). Cuando vienen las pruebas, cuando sentimos que Dios no nos responde de manera clara, cuando pensamos que nuestros asuntos no son de importancia para Dios... entonces es tiempo de parar, detenerse y esperar. Es tiempo de escuchar a Dios.

Dios, como siempre, responde al profeta. ¿No es maravilloso y extraordinario? Saber que Dios a pesar de lo que somos, a pesar de nuestra mente limitada y débil, siempre nos responde. Y nos responde porque sabe que necesitamos respuesta. Y la respuesta de Dios tiene lecciones interesantes:
  1. TEN PACIENCIA.- "Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá y no tardará" (Hab. 2:3). Dios le dice al profeta, que los caldeos vendrán ciertamente aunque parece que tardan. Los juicios de Dios viene sí o sí, aunque parece que demoran. Pablo también usó la declaración refiréndose a la venida de Jesús que muchas veces parece que demora. El tiempo de Dios es perfecto. Con frecuencia nos desesperamos cuando oramos a Dios y vemos que no hay respuesta, cuando las cosas siguen igual y no hay un cambio a pesar de neustras oraciones y pedidos a Dios... y es allí, es en ese momento que debes recordar que el tiempo de Dios no es el tiempo del hombre. Debes tener paciencia. 
  2. VIVE CON FE.- "He aquí que aquél cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá" (Hab. 2:4). Dios le dice al profeta, que debe tener paciencia, pero también fe. Habacuc como profeta no estaba demostrando ni paciencia, tampoco fe. ¿Un profeta de Dios que no tiene fe? Todo indica que si. Reclama, se queja, no está deacuerdo... Dios le dice: "¿Qué pasa Habacuc? ¿Acaso eres un impío que tiene una vida torcida y que se enorgullece de sí? TÚ ERES UN PROFETA, ERES UN HIJO DE DIOS, ERES RECTO, NO UN IMPÍO y DEBES VIVIR POR FE". La palabra "fe" del hebreo emunah tiene que ver con "constancia", "confiabilidad", "fidelidad" y en el contexto se usa para describir la relación de uno con Dios. Dios le dice al profeta que a pesar de que Judá será destruida por los babilonios solo los que tiene fe, o sea, los fieles a Dios serán librados de la destrucción. ¡Alabado sea Dios! ¡Qué noticia impresionante! Este mundo se acabará, será destruido, los juicios de Dios son inminentes y pronto será la venida de Jesús... no tardará... solo los fieles, solo los que confían en Dios, solo los que aprender a vivir por la fe serán librados y llevados al cielo con Cristo. ¿Amén?
Después de decirle que es necesario la paciencia y la fe para ser salvos de la destrucción por manos de los babilonios, el profeta registra los "cinco ayes" para aquellos que viven si fe. La profecía de Habacuc tenía como propósito declarar los juicios contra Judá, el pueblo de Dios. No obstante, las palabras de Dios a través del profeta también son para nosotros hoy. Jesús viene pronto, eso nos han dicho hace muchos años... lo enseñamos siempre, pero muchas veces sentimos que demora, y demora demasiado. Nunca debemos olvidar que el tiempo del hombre no es el tiempo de Dios y para eso debemos tener paciencia y fe. Paciencia para esperar y perseverar,  y fe para vivir. Los judíos creyeron que los juicios de Dios se darían, pero se cansaron pronto, se desanimaron y empezaron a vivir como si los juicios de Dios no vendrían jamás. ¿Y tú? ¿Crees que Jesús viene pronto? ¿Crees que Jesús vendrá? Paciencia y fe.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
  

martes, 7 de octubre de 2014

Habacuc 1: UNA RESPUESTA INCOMPRENSIBLE


"Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?" (Habacuc 1:13).

El verso citado muestra la reacción del profeta ante la respuesta de Dios originada por la pregunta, "¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia y no salvarás?" (Hab.1:2). El diáologo  entre Habacuc y Dios es interesante. Habacuc pregunta a Dios, por qué no hace nada ante la situación triste y terrible de Judá a pesar de que él mismo ha orado y clamado muchas veces. Dios le responde diciendo: "Porque he aquí, yo levantoa los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas" (Hab.1:6). Ahora, el profeta ya tiene la respuesta de Dios, pero no le parece, no puede entender cómo Babilonia puede ser la solución para el problema espiritual de Judá. ¿Cómo puede usar Dios a los caldeos para "castigar" al pueblo elegido por Dios?

Hay preguntas que tienen respuestas difíciles de entender. Muchas veces preguntamos a Dios por qué no responde nuestras oraciones y cuando finalmente nos responde, creemos que no es la mejor respuesta. Nos parece que una respuesta así no es justa, no es coherente. Y es que nuestra humanidad difícilmente puede entender el proceder divino, el cómo quiere Dios que las cosas sean. ¿Qué estás pidiendo a Dios incansablemente? ¿Cuál es el deseo de tu corazón en tus oraciones? Dios te va a responder pero muchas veces - tienes que saber- que las respuestas de Dios no siempre son fáciles de entender y aceptar.

El profeta Habacuc se desespera, no puede entener cómo una nación pagana, idólatra, corrupta como Babilonia puede "castigar" o puedes ser usada por Dios para amonestar a una nación como Judá, corrupta sí, pero no más que Babilonia. El profeta dice, "Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él?" (Habacuc 1:13), ¡No puede creer que Dios, siendo santo, puro que no tolera injusticias, pueda usar a Babilonia para hacer justicia! ¿Ustedes lo entienden?

En su libro, el profeta Habacuc "proporciona una solución al problema de por qué Dios permite que prosperen los pecadores, comparable con la solución proporcionada por el libro de Job al problema de por qué Dios permite que sufran los santos" (Comentario Bíblico Adventista, t.4, p.1070). Efectivamente, el profeta sabe de la condición moral y religiosa de su pueblo, sabe que merece disciplina, ¿pero que sean los babilonios los que castiguen? ¿Pueden los injustos castigar por injusticias? Simplemente el profeta no lo asimila.

Habacuc se escribió duranante un tiempo de terrible apostasía, quizá durante la última parte del reinado de Manasés (hijo y sucesor de Ezequías, vasallo de Asiria y adoptando cultos a dioses asirios dentro del templo de Jehová), durante el reinado de Amón (hijo de Manasés, reinó solo dos años pero fue tan corrupto o peor que su padre por su reinado marcado por una depravación moral) o durante la primera parte del reinado de Josías (hijo de Amón, reinó a los ocho años e hizo reformas importantes con la ayuda del profeta Jeremías), esto indica que pudo haberse escrito en general al rededor del 630 a.C, pocos años antes de la conquista de los babilonios liderados por Nabucodonosor a Judá y Jerusalén en el año 605 a.C., y es justamente el reino Caldeo o Babilonio una de las más grandes preocupaciones del profeta Habacuc pues ellos son los instrumentos de juicio de Dios.

Todas las palabras de Dios al profeta se cumplieron. Hay lecciones grandes para no olvidar, (1) Dios siempre escucha las oraciones, (2) Dios siempre responde y (3) Dios usa a malos y buenos para cumplir sus propósitos. ¿Sencillo? No siempre. Y es que así es la vida cristiana muchas veces, hay cosas que no lograremos entender fácilmente, pero la mayor y más grande esperanza es que Dios siempre responde, y cuando lo hace es siempre lo mejor para nosotros aunque no lo podamos entener hoy. Dios te ama, y si la respuesta de Dios no te gusta, igual, debes creer que es lo que te conviene, así lo veremos en el resto del libro de Habacuc.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 6 de octubre de 2014

NAHUM 3: CUANDO DIOS PERMITE EL DOLOR


"Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas, que si las sacuden, caen en boca del que las ha de comer" (Nahum 3:12).

Cuesta creer que Nínive, "la ciudad sanguinaria y toda llena de mentira y robo y saqueo" (Nah.1:1), es la misma ciudad a la que predicó Jonás en donde se arrepintieron todos, desde el más niño hasta el más anciano y hasta el rey y los animales. Dios los perdonó, pero ellos se olvidaron de Dios y siguieron en sus caminos corruptos. Ahora, el profeta les dice que su destrucción es inminente. Y todas sus fortalezas tan famosas, "serán como higuera", una planta de higos maduros que ante la fuerza de alguien, es sacudida y deja caer sus frutos en la boca del quien la sacude. En otras palabras, son tan débiles e indefensos que sus enemigos las comerán fácilmente. En el año 612 a.C. los medos y los babilonios sitiaron la ciudad por tres meses para luego, con mucha facilidad, devastarla fuertemente.

Los ninivitas se sentían seguros por sus carros, por su ubicación geográfica que era estratégica para afrontar cualquier ataque enemigo, por sus provisiones de alimentos, por sus cisternas que estaban llenas de agua que venían desde las colinas a unos 40 kilómetros y sobre todo por sus fortalezas gigantescas que eran, según ellos inpenetrables... Todo era cierto, pero cuando Dios no está con nosotros, nada ni nadie nos podrá defender. Y es más, cuando Dios permite es mucho peor. El profeta Jeremías declara lo siguiente, "¿Por qué ha sido derribada tu fortaleza? No pudo mantenerse firme, porque Jehová la empujó" (Jer. 46:15).

Y es que  así comos sin Dios. Débiles, indefensos, solos y tristes. El enemigo puede hacernos daño fácilmente, y no hay nada ni nadie quien pueda defendernos cuando Dios no es nuestro defensor.

Nínive es el típico cristiano que un día es impactado por el poder del evangelio, acepta con gozo y alegría a Jesús, se compromete a vivir con Él, a caminar con Jesús... canta, asiste a la iglesia, predica su fe a otros... pero un día, vuelve a su vida pasada, vuelve a cometer los mismos y peores errores de su vida, se siente mal, pero poco a poco le parece normal. Y cuando un día alguien le habla de Jesús dice que no lo necesita, que es feliz y vive mejor de lo que vivía con Jesús... Tal vez si o tal vez no. Pero un día, eso debes saber, un día Dios quitará la protección de amor que rodea tu vida, y cuando eso suceda será tu fin... no es que Dios te "castiga", eso dice Nahum pero debes entender que su mente y lenguaje humano trata de explicar de esa forma lo que Dios le da como mensaje para ti.

Dios no castiga, Dios permite que coseches lo que siembras. Dios no castiga, Dios permite que sufras las consecuencias de tus actos. ¿Acaso Dios fue a dicirles a los medos y babilonios, vayan a Nínive y hagan lo que quieran? No. Los Asirios o ninivitas eran crueles, malos y corruptos con las demás naciones, y esas naciones un día se aliaron, se prepararon para vengarse. Entonces, los ninivitas solo cosechaban lo que habían sembrado.

Dios permite, Dios no causa el dolor. Nunca olvides eso. Jamás creas que por el hecho de haberte alejado de la iglesia, de Dios ahora estás sufriendo esa enfermedad, ese problema, no. Dios no te castiga, Dios permite que sufras las consecuencia de tus actos. Y cuando Dos permite, no hay quien nos defienda. Sin embargo, estás vivo. Aún tienes oportunidad. Si Nínive se hubiera arrepentido nuevamente de seguro Dios los hubiera perdonado como nos perdona hoy. Entonces, ¿por qué no ir a los brazos de Jesús?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

domingo, 5 de octubre de 2014

NAHUM 2: ¿JEHOVÁ DESTRUCTOR y RESTAURADOR?


"El destructor ha subido contra ti. Monta guardia en la fortaleza, vigila el camino; fortalece tus lomos, refuerza más tu poder. Porque el SEÑOR restaurará la gloria de Jacob como la gloria de Israel, aunque devastadores los han devastado y destruido sus sarmientos" (Nahum 2:1-2).

Nahum se dirige una vez más al pueblo de Asiria para decirle que ve un poderoso ejército subiendo contra la ciudad de Nínive. Y en un tono irónico, el profeta les dice que se preparen, que vigilen sus caminos, que cuiden sus fortalezas, que se amarren las correas... ¿Podrá un pueblo soportar el ataque permitido por Dios? No obstante, Nahum destaca que, aquél poder "destructor" contra Nínive será de "restauración" para el pueblo de Dios, todo esto es sencillamente una alusión al juicio.  Los ninivitas habían asesinado y saqueado al pueblo escogido de Dios, ahora ellos sufrirían las consecuencias de tal proceder.

El profeta Nahum, con sus palabras limitadas y humanas intenta describir que Dios emitirá un juicio, y parte de ese juicio es destruir al que no se arrepintió de sus errores (Nínive) y restaurar a su pueblo, aquellos que fueron imperfectos, pero que se volvieron a Jehová (Israel). No puedes olvidar esto. Y lo que Dios quiere decirnos a través de Nahum es sencillo: Si no te arrepientes hoy, en el día del juicio será destruido como Nínive o restaurado como Israel. No hay más opciones , hay solo dos caminos.

El profeta Nahum puede ver que la destrucción de Nínive es inminente. Aunque se preparen y estén listos para dar batalla, los ninivitas serán devastados. Y por historia conocemos que el año 612 a. C. después de un sitio de tres meses fue tomada por los medos y los babilonios. Por ello, el profeta no solo ve que la batalla será sangrienta, y dura sino que también será humillada y llevada a cautiverio tal y como lo hicieron ellos con otras naciones.

Finalmente, el profeta menciona: "Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros" (Nahum 2:13). Pablo dijo: "Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?" (Rom.8:31), la respuesta es simple, nadie. Sin embargo, el profeta Nahum ahora dice lo contrario, "Heme aquí contra ti", podríamos decir: "Si Dios es contra nosotros, entonces, ¿quién estará por nosotros?" y la respuetsa también es simple y triste, NADIE. Nínive era famosa, poderosa, sus mensajeros eran escuchados de todas las cortes del mundo conocido... eran bien atendidos por simplemente ser representantes de Nínive, pero ahora, Dios les dice que todo ello, su ciudad, sus carros, todo será NADA, y de sus mensajeros no se volverá a oír jamás.

Hoy es un nuevo día. Y realmente el mensaje de Nahum es real también para ti y para mí. Estamos viviendo el fin del tiempo de fin, seremos juzgados de todas formas. Nuestro destino depende de hoy, si nos arrepentimos seremos "restaurados" y si no seremos "destruidos" tal como Nínive.  Hoy es el día, hoy es el tiempo de elegir estar con Dios o estar contra Él. Yo quiero estar con Dios, ¿y tú?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

sábado, 4 de octubre de 2014

NAHUM 1: DIOS ES BUENO


"Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían" (Nah. 1:7).

Nínive había aceptado a Dios después de la predicación de Jonás. Más de medio millón de personas aceptaron el mensaje de arrepentimiento y hasta el rey y los animales fueron impactados por el poder de Dios. ¿Qué pasó entonces? ¿Por qué Nahum profetiza contra Nínive? (Nah. 1:1). ¿No aceptaron todos los ninivitas a Dios como el Dios verdadero e incluso hicieron sacrificios en honor a Dios?

Pasó lo que muchas veces pasa. Dios los perdonó, sin embargo, Nínive "recayó" en la iniquidad, en el pecado, en el error, y la misión de Nahum fue predecir ahora su futuro, predecir la sentencia divina de su destrucción. El orgullo, la crueldad, y la idolatría había  vuelto en la vida de los ninivitas.

¿No sucede lo mismo hoy con nosotros? Un día aceptamos a Dios, nos arrepentimos de nuestros pecados, prometemos vivir una vida al lado de Jesús, pero por cosas de la vida, por trabajo, estudios, familia, amigos... poco a poco nos vamos alejando de Dios y "recaemos", "volvemos a la vida pasada", "hacemos las cosas viejas"... Dios es bueno. Nunca lo olvides. Dios es bueno, Dios es bueno, Dios es bueno mil veces y mil veces más... Es bueno porque a pesar de que no merecemos nada, Dios envía a su profeta para decirnos: "Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían" (Nah. 1:7). Podríamos estar muertos, pero no, estamos vivos, y mientras hay vida hay oportunidad... hay esperanza. Dios es bueno. No estás perdido...

Si un día aceptaste a Jesús y recaíste, fallaste y ahora estás lejos de Dios, recuerda, Dios es bueno, y hoy envía a su profeta, a su mensajero (a través de este blog quizás) para decirte que tienes esperanza... hay oportunidad, vuelve... no dudes más.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

viernes, 3 de octubre de 2014

MIQUEAS 7: EL DESTINO DE LOS PECADOS PERDONADOS


"Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en los profundo del mar todos nuestros pecados" (Miqueas 7:19).

Los israelitas habían pecado grandemente contra Dios en todos los aspectos posibles. Idolatría, sincretismo religioso, condicia, ambición, injusticia era "pan de cada día" en acción, pensamiento y palabra. Dios era adorado falsamente y el pueblo engañado engañaba a los demás creyendo que viviendo de esa forma alcanzarían la salvación y reinarían con el Mesías triunfante y victorioso en el "Día de Jehová". Tristemente Miqueas les dice que no, no sería así. Ellos pagarían muy caro las consecuencias de sus rebeliones, a causa de sus obras. No obstante, después de decirles todo lo que les sobrevendría si seguían viviendo en pecado, también les dice que nada les sucedería si se volvían a Jehová. 

El texto de hoy muestra el gran amor de Dios. Y como alguien dijo: "Dios ama al pecador, pero aborrece el pecado". Recuerda que la única base del perdón es el arrepentimiento y la reforma. La disciplina del cautiverio tenía como propósito de que se efectuara un reavivamiento espiritual.

Vayamos a Dios confiados en que si nos arrepentimos, Dios perdonará todos, y cada uno de nuestros pecados, errores, equivocaciones... Dios nos ama y quiere hacer maravillas como hizo con su pueblo al sacarlos de Egipto (v.15). ¡Qué maravillosa noticia!

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

jueves, 2 de octubre de 2014

Miqueas 6: LO QUE PIDE DIOS DE MÍ



"Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios" (Miqueas 6:8).

¿Qué es lo que pide Dios de mí? Esa es una de las preguntas probablemente más repetidas de quiénes quieren servir a Dios como Él quiere. No obstante, las respuestas pueden variar dependiendo de quién te la responda. Hoy, no queremos la respuesta de nadie, solo de Dios, y el texto de hoy nos responde.

En los tiempos del profeta Miqueas los habitantes de Jerusalén y Judá estaban en una decandencia espiritual. El libro de Miqueas presenta las condiciones morales y religiosas que imperaban entre el pueblo durante los reinados mencionados (CBA, 4:1036). Acaz es considerado como el rey más idólatra que jamás haya existido en Judá, y no era para menos porque se entregó en una completa idolatría hasta el punto de pasar a "sus hijos por fuego conforme a las abominaciones de las naciones" (2 Cron.28:3). También hizo colocar dentro del templo un altar idolátrico cuyo original había visto en Damasco (2 Rey. 16:10-12, 14-17). Sin duda el rey Acaz era un rey que no solo estaba sumergido en el pecado sino que hacía sumergir a todo su pueblo. Y no solo él sino que también los sacerdotes de Jehová, quiénes habían apostatado. Los sacerdotes consentían la adoración tradicional a Jehová y de manera formal y externa, y a la vez permitían una adoración idolátrica con todas sus prácticas paganas. Del mismo modo, en vez de defender al pobre de las injusticias de los ricos, simplemente no hacían nada, solo buscaban su comodidad. Habían profetas falsos que se ganaban el cariño del pueblo y de los líderes con mensajes falsos y engañosos, con "mensajes de esperanza" de que no debían temer porque Dios los amaba y jamás procederían con tal ira contra sus hijos. Es por ello que los verdaderos profetas de Dios eran insultados y presa de burlas porque proclamaban mensajes muy contrarios a lo de los falsos profetas.

El texto de hoy deja en claro desde el inicio que Dios nos dice lo que es bueno, y eso que es bueno, es lo que nos pide. Nunca olvidemos que Dios siempre quiere nuestro bien. La Biblia dice que si nosostros siendo malos sabemos dar buenos regalos a los que nos piden, ¡imagínate cuánto más nuestro Dios! (Mt. 7:11). Muchas veces sentimos que lo que Dios nos pide es algo malo porque nos gusta vivir así, pero no es así. El pueblo de Dios estaba sumido en una completa adoración falsa, idolátrica y vivían en una corrupción de vida moral: 

1.- Adoraban en el templo a Jehová siguiendo los cultos tradicionales, pero en ese mismo lugar también adoraban a ídolos falsos que no eran, según ellos a otro Dios, sino a Jehová. Es decir, ellos argumentaban algo así: "En realidad esas imágenes e ídolos son representaciones simbólicas del Dios verdadero y único que es Jehová". Sucede lo mismo hoy. Adoramos a Dios en su templo cada sábado, pero muchos adoran en el mismo templo a otros dioses de nombre celulares, redes sociales, críticas, burlas, etc.

2.- Adoraban a Dios haciendo supuestamente lo que Dios decía, pero solo lo que les convenía. Y todo lo que les convenía eran mensajes de falsos profetas. Esos falsos profetas con doctrinas falsas y mentirosas que se contraponían con los mensajes de los profetas verdaderos de Dios. Por ello los profetas de Dios eran insultados y hasta asesinados por hablar palabras en contra de las acciones pecaminosas de Judá e Israel. Sucede lo mismo hoy. De cuando en cuando aparecen predicadores con mensajes suaves, mensajes falsos de que Dios nos ama y nos ama tanto que nos entiende, y claro que nos entiende, pero Dios quiere que hagamos un cambio y nos salvemos. En cambio, los predicadores falsos dicen, no es un proceso, algún día se logrará cambiar todo... debemos tener paciencia, no debemos ser duros. Debemos predicar del amor y no de la ira de Dios, etc.

3.- Los que adoraban a Jehová lo hacían en el templo, y fuera de él, simplemente vivían una vida corrupta de injusticias y mentiras. Todos estaban sumergidos en ésto. Desde el rey hasta los sacerdotes. Todos hacían injusticias contra los más débiles, contra los pobres, contra los que poco o nada tenían. Sucede lo mismo hoy. Muchos creen que el cristianismo solo tiene que ver con los sábados en el templo, y fuera de él, todo vale. Todo vale, negocios vulgares, robos, estafas. Solo tienes que ir a la iglesia el sábado, ponerte corbata y dar tu diezmo u ofrenda, y lo que quieras, total, si robas a los que miras no hay problema de robarle a los que no puedes ver.

Por eso, Dios pide hoy: (1) justicia, que es ordenar la vida de acuerdo con los "juicios de Dios", (2) Misericordia, que es bondad, benevolencia, favor cariñoso, y (3) humillarte, el desarrollo de una íntima relación con Dios que es el verdadero propósito de una religión. Las ceremonias externas solo tienen valor si contribyen a ese desarrollo. 

¿Qué es lo que Dios pide de mí? Hacer justicia y amar misericordia es proceder con rectitud y bondad. Esas virtudes afectan nuestra relación con nuestros prójimos y resumen el propósito de la segunda tabla del Decálogo (Mt. 22:37-38). 


Dios te bendiga.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví 

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