domingo, 25 de abril de 2010

ALBOROTA SU CASA EL CODICIOSO...



“Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece el soborno vivirá.” Prov 15:17


La familia recibió la noticia como una bomba. El padre había sido capturado por tráfico de drogas. Vieron todo por la televisión, en la hora del noticiero. Allí estaba el padre, sin camisa, tratando de ocultar el rostro de las cámaras de los reporteros de la TV.

A partir de aquel día, muchas actitudes "misteriosas" del padre parecían tener explicación. Él siempre decía que viajaba por causa del trabajo, pero la realidad era otra. Hombre moralista, cariñoso, esposo y padre ejemplar, siempre proveyó todo lo que la familia necesitaba. Los hijos lo admiraban, y el descubrimiento de la vida doble de aquel hombre casi destruyó la unidad de la familia.

El texto de hoy describe la situación de muchas personas que no miden las consecuencias cuando se trata de conseguir dinero. La ganancia deshonesta siempre trae complicaciones. No siempre con la policía. Son complicaciones interiores, noches sin dormir, conciencia culpable y horas infernales de angustia ante la posibilidad de ser descubierto. Todo eso se refleja en la calidad de vida, que no es lo mismo que confort. Tú compras confort, pero no calidad de vida. Ir a un spa, gastar dinero en vacaciones maravillosas, comer en buenos restaurantes y hospedarse en los mejores hoteles, traen solo confort.

Salomón declara: "el que aborrece el soborno vivirá". ¿Acaso la persona deshonesta no vive? Existe, pero no vive. Vivir en el sentido bíblico, es más que sobrevivir, es disfrutar de paz, tranquilidad, sueño reparador, familia, valores espirituales, en fin, de las cosas simples, aparentemente insignificantes, que dan a la vida un sentido de plenitud. Eso no se compra. Tú lo recibes de gracia, de las manos de Dios, mediante el trabajo honesto.

Enseña esos valores. No impongas nada. Muchos trataron de hacer eso y solo consiguieron reclamos y rebeliones. Los valores nunca se imponen, se enseñan en el día a día, en la convivencia, con la palabra y con el ejemplo.

Las personas sabias son medidas por la coherencia de sus palabras y de sus acciones. Sé, con la ayuda de Dios, una persona sabia, y haz de este día un día especial de formación de valores en la vida de tus amados, porque "Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece el soborno vivirá".


Que tengas un Feliz Sábado,


Pr. Alejandro Bullón Paucar

viernes, 16 de abril de 2010

"Conmigo está el consejo y el buen juicio..."‏

“Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder.” Prov. 8:14

El héroe infantil He Man, alza su espada y grita: "Yo tengo el poder". Pero en el versículo de hoy, Dios afirma: "Mío es el poder". ¿Quién tiene razón? Alguien está mintiendo. No puede haber dos verdades al mismo tiempo. El humanismo de nuestros días enseña que hay una energía, casi divina, dentro del ser humano. "Concéntrate, saca la energía de tu interior, mentalízate" —afirman. ¿Cuánta verdad hay en estas afirmaciones? ¿Cuánto poder y fuerza interior tiene un hombre? La Biblia, a su vez, enseña que la fuerza viene de Dios. De él viene el consejo y la verdadera sabiduría. El valor de la criatura es extrínseco. Valemos porque Dios nos considera valiosos, no porque tengamos valor en nosotros mismos. Por tanto, para ser feliz y sentirte realizado en esta vida, tú necesitas ir diariamente a la Fuente inagotable de sabiduría. Dios es el Creador y conoce mejor que nadie la obra de sus manos. ¿Quién mejor que él para mostrarte el camino de la prosperidad? Al ser humano no le gusta recibir consejos, prefiere aconsejar. No acepta ser el segundo, quiere ser siempre el primero. Fue así desde el principio. La serpiente le dijo a Eva: "Seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal".* ¡Qué idea seductora! Ser como Dios. Desde aquel día la humanidad inició la desesperada corrida en dirección de su propia divinización. Le gusta jugar a ser Dios. Inventa pequeños dioses. Se siente Dios. ¿Para qué el consejo? ¿O la instrucción? "Yo tengo el poder", grita bien alto. En el fondo, ni él mismo cree en su teoría hueca, pero persiste e insiste a pesar de sus frustraciones y derrotas. ¿Necesitas hoy sabiduría y consejo para tomar una decisión importante? ¿Te sientes cansado, triste, angustiado y necesitas ser fortalecido? Acude a Jesús. El siempre está con los brazos abiertos esperando el regreso de sus hijos. Solo en él podrás encontrar refugio, alivio y fuerzas para llevar el peso del fardo que las circunstancias te imponen. El afirma: "Conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia; mío es el poder".
Pr. Alejandro Bullón Paucar

viernes, 9 de abril de 2010

¿QUIÉN ES TU PASTOR?

“Jehová es mi pastor. Nada me faltará” (Sal. 23:1).

La Palabra de Dios es maravillosa. Cada línea está cargada de mensajes dulces y firmes que sin duda, son ideales para nuestro caminar cristiano.
El mensaje de hoy es revelador. Salmo 23:1, no debería ser traducido como aparecen en nuestras Biblias, sino así: Jehová es mi pastor. No necesito nada más. Esto es así porque la palabra en hebreo que generalmente se traducía como faltará en realidad es hasër y significa: “satisfecho, saciado, colmado, sin necesidad”. Entonces, SI JEHOVÁ ES MI PASTOR. NO NECESITO NADA MÁS.
Este caso también es similar en (1 Rey. 17:14; Sal. 34:10). Lo que David, nos presentaba en su bello salmo es que si Jehová es nuestro pastor, no necesitamos nada más. Si alguna vez hemos visto a las ovejas, ellas no hacen nada más que seguir la dirección de su pastor. El pastor las conduce a las aguas, las protege, las alimenta, las cuida, las cura, etc. En otras palabras aquél que hace de Jehová su pastor no tendrá necesidad de nada más. Porque su pastor es suficiente. Porque Dios es suficiente y no hay nada imposible para Dios.
Por otro lado. Si Dios no es tu pastor, si Jehová no es tu pastor, si él no conduce tu vida, ¿quién la hace? Hoy te invito a vivir una vida con el pastor por excelencia, Aquél que entregó su vida por cada uno de nosotros. Y compruebes que no habrá necesidad de nadie más.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

¿TODO O NADA?: LA DIFERENCIA LA HACE CRISTO

“entonces elegid hoy a quién serviréis…Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15).

Es interesante leer la Biblia, pero mucho más interesante y más emocionante se torna cuando sientes que ella te habla sin rodeos: “al grano”. “La Palabra de Dios, es viva y eficaz”, y sí que lo es, para hoy, y para todos los tiempos.
En la Biblia nos encontramos con un texto muy hermoso, “Todo lo puedo en Cristo…” (Fil. 4:13). La palabra todo en el idioma griego es pan y significa absoluto, total, es la palabra más abarcante que existe. Por otro lado, la preposición en, en griego es én y significa: en, con, por. Con lo dicho, podemos entender que CON CRISTO, EN CRISTO Y POR CRISTO, TODO ES POSIBLE, ABSOLUTAMENTE TODO. Ya lo dice Lucas 1:47 “No hay imposible para Dios…”, y sí que es cierto.
Ahora, Juan 15:5 dice: “separados de mí, nada podéis hacer…”, ¡qué grandioso versículo! Es todo lo contrario al verso anterior (Fil. 4:13). Si con Cristo todo era posible, según este texto, SIN CRISTO NADA ES POSIBLE.
¿A quién quieres ir hoy, a Cristo o a…? La respuesta es únicamente tuya. Pero recuerda, la diferencia la hace Cristo, y nadie más, ve a él y no dudes más.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
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