miércoles, 13 de enero de 2010

LA MÁXIMA CREACIÓN DE DIOS


““y que domine los peces del mar, las aves del cielo, el ganado y todo animal que anda sobre la tierra” ” (Gn.1:26).

Una de las preguntas más curiosas que laguna vez me hayan hecho, fue la de Luis, un niño de siete años de edad. Había enseñado acerca de la profecía de Daniel 7 y comencé con la primera bestia, el León, y dije: “¿Conocen el León?”, y todos en coro dijeron que sí. Y les dije que el León era el rey de la selva, y otras características de la bestia. Después del tema, Sandrito me esperó a la salida y con una mirada inconforme me dijo: “Pastor, creo que no ha enseñado conforme a la Biblia”, lo hubiera esperado de un adulto, pero, ¿de un niño? Le pregunté porqué, y él con voz suave me hizo agachar para que al oído me dijera: “en Génesis 1:26, dice que Dios le dijo a Adán que hombre es el rey de todos los animales, aves y peces…”.
La humanidad constituye la máxima creación de Dios. Que sea el que domine, pero no un dominar autoritario ni por la fuerza. La palabra hebrea para dominar es radah y significa: gobernar, mandar, señorear, etc. Ese era el plan de Dios, su plan original. El hombre debía ser el rey de la creación. Una generación real por la eternidad.
Moisés escribió “seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis reino de sacerdotes y gente santa” (Ex. 19:5,6). Pedro al llamar al pueblo “real sacerdocio” (1 Pe. 2:9), y Juan dice que Cristo “nos constituyó en un reino de sacerdotes para servir a Dios” (Ap. 1:6).
Ayer vimos que tú y yo somos creación de Dios, que no somos producto de la evolución, ni de un cuento de hadas, sino que somos producto del amor de Dios. La palabra de Dios desea que entiendas que no eres cualquier creación de Dios. Si hablaran los animales, también podrían decir que son creación de Dios, y es cierto. Pero tú y yo somos la máxima y especial creación de Dios. Sal a trabajar, a estudiar o a donde vayas recordando eso muy bien. Eres la máxima creación de a Dios, eres especial. Vales mucho. Cuando el gran conflicto termine tú y yo volveremos a nuestros orígenes, seremos reino de Dios por la eternidad. No te desanimes, hijo de Dios. Ve a Él.
Pr. Heyssen J. Cordero M.

1 comentario:

  1. Los hijos de Dios, somos los que hemos creído en Jesús, como Hijo de Dios y como Dios...

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