lunes, 28 de diciembre de 2009

EL MAL MENSAJERO TRAE MAL


“El mal mensajero acarrea desgracia; mas el mensajero fiel acarrea salud.” Prov. 13:17.


Una de la lecciones importantes de la vida es que la felicidad se conquista todos los días en el cumplimiento del deber. La literatura de la sabiduría en el mundo antiguo, estaba frecuentemente diseccionada a orientar a los embajadores en el cumplimiento del deber. La fidelidad del mensajero determinaba el éxito de la misión. Desde esta perspectiva, "el mal mensajero" mencionado en el versículo de hoy, no se refiere al mensajero que llevaba noticias tristes, sino el mensajero negligente que no cumplía bien su misión.

Supongamos que el ejército hubiese perdido la batalla. El mensajero tenía la misión de llevar esa noticia al rey. Por doloroso que pudiera ser, no podía esquivar su deber.

Cuando el hijo rebelde de David, Absalón, murió en la batalla, hubo un mensajero que se apresuró a dar las noticias al rey, pero ante la pregunta: "¿Qué pasó con mi hijo?, el mensajero dijo "no sé, mi señor, solo sé que nuestro ejército venció".

Este mensajero era un mal mensajero. Se esquivó, descuidó su deber, no cumplió su misión de manera íntegra. El texto afirma que aquel que no cumple con su deber "acarrea desgracia". En el original se da a entender que es pasible de castigo.

¿Puede haber mayor castigo para la persona descuidada que el sentimiento de no realización? Todo el mundo prospera, menos tú. Todos crecen, todos son bendecidos y tú sientes que estás siempre en el mismo lugar, asistiendo al desfile de los victoriosos.

El tema central del texto de hoy es la felicidad. Cumple tu misión y cúmplela bien. Eso es parte de una vida realizada y feliz.

¿Por qué no detenerse unos minutos para revisar hoy los tres últimos trabajos que tú realizaste? ¿Los hiciste de manera completa? ¿Los dejaste casi en el fin "porque tenías otras cosas más importantes para hacer"? ¿Qué es más importante que cumplir la misión bien cumplida, por insignificante que parezca? El trabajo bien cumplido es el mejor retrato de una persona victoriosa.

Pídele a Dios sabiduría para ver las cosas que necesitas cambiar y después* enfrenta el cumplimiento de los desafíos que la vida te presenta. Y recuerda: "El mal mensajero acarrea desgracia; mas el mensajero fiel acarrea salud".

Alejandro Bullón

miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL DÍA SÁBADO... ¿TE GUSTA?


“La obra del cielo no cesa nunca, y los hombres no debieran nunca descansar de hacer el bien. El sábado no está destinado a ser un periodo de inactividad inútil. La ley prohíbe el trabajo secular en el día de reposo del Señor; (…) pero como Dios abandonó su trabajo de creación y descansó el sábado y lo bendijo, el hombre ha de dejar las ocupaciones de su vida diaria, y consagrar esas horas sagradas al descanso sano, al culto y a las obras santas”.El Deseado de Todas las Gentes, p. 177.
¿Qué es lo que haces los días sábados? No respondas a viva voz. Esta pregunta debes respondértela a ti mismo, pero debes ser sincero. ¿Te sientes feliz en el día de Dios? ¿Es para ti un día de alegría y oportunidad para predicar, y hacer la obra de Dios? O es simplemente un día más, un día común y aburrido porque debes ir a la iglesia y sentarte, en vez de dormir o descansar, o tal vez ganar dinero en tu trabajo.
Sabes querido hermano, si no encontramos deleite en guardar el sábado en este mundo, estamos en problemas. Nadie que no haya llegado a gozarse en el día de Dios, podrá vivir por la eternidad con Dios.
Si no te gusta el sábado, si encuentras que es un día pesado y aburrido, un día de pérdida, un día de carga. Jamás podrás ir a morar en las mansiones celestiales. La Biblia dice que en el cielo guardaremos el sábado por la eternidad (Is. 66:23), y la mensajera del Señor dice: “El pecador no podría ser feliz en la presencia de Dios; le desagradaría la compañía de seres santos (…) el cielo sería para él un lugar de tortura, ansiaría ocultarse de la presencia del Ser que es su luz y el centro de gozo”. El Camino a Cristo, p. 11.
Deléitate en el Señor, haz el bien, y gózate en el Señor.

Pr. Heyssen Cordero

viernes, 11 de diciembre de 2009

LA MEMORIA DEL JUSTO SERÁ BENDITA


“La memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos se pudrirá” Prov. 10:7.

Una de las características de los proverbios es el uso de la antítesis. A través de ella el autor enseña una lección por contraste. Se presentan dos caminos, dos situaciones o dos destinos e, implícitamente, se deja la elección con el lector. En el versículo de hoy se habla del justo y del impío. ¿Qué sucederá con la memoria del perverso? El impío no toma en cuenta a Dios en sus decisiones y cuando muere "se pudrirá", afirma el texto. ¿Te atreverías tú a ponerle a tu hijo el nombre de Judas, Nerón o Hitler? Pero tú encuentras perros con esos nombres. Esto muestra que los impíos no son olvidados. Son recordados, pero con pena, con dolor, con tristeza, y a veces con amargura y rabia. En la vida, esas personas tuvieron todo lo que el ser humano aparentemente necesita para ser feliz: fama, riqueza, placer y poder. ¿Valió la pena? Quizás, sí. Desde el punto de vista humano, tal vez. Pero, ¿eso es todo? ¿La vida es apenas eso? Multitudes corren atrás de las luces fascinantes de esta vida. Gloria, fama, riqueza y poder parecen tornarse las cosas más importantes, mientras que las personas amadas quedan al lado del camino, esperando una palabra de amor, un gesto de cariño, o un poco de tiempo para sentirse importantes. La vida pasa. Cuando tú menos te das cuenta, la primavera y el verano ya se fueron, el invierno llegó y tú estás solo, lleno de dinero, poder y fama, tal vez, pero irremediablemente solo. En contraste, "la memoria del justo será bendita". ¿Por ventura, no se cuentan hasta hoy las historias de José, Daniel, Isaac y otros héroes de la fe? Necesito revisar todos los días los valores que me inspiran, necesito repensar mis motivaciones. ¿Cuánto vale la confianza de un hijo, la comprensión de la esposa o la sonrisa de un nieto? ¿Cuánto vale el mirar agradecido de alguien a quien le ofrecí un poco de mi tiempo? ¿Estás viviendo y trabajando solo para esta vida o también para la eternidad? Analiza esto, porque "la memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos se pudrirá".


Alejandro Bullón www.MinisterioBullon.com

jueves, 10 de diciembre de 2009

NO ME HE SENTADO CON LOS HIPÓCRITAS

“No me he sentado con hombres hipócritas, ni entré con los que andan simuladamente.” Sal. 26:4.
Todavía me acuerdo de aquel joven alegre y lleno de vida sentado a la mesa, a la hora del almuerzo. Dieciséis años. Ojos azules y muchas ganas de vivir. Hijo único y orgullo de sus padres. El hombre de cabellos color de plata, miraba al hijo y decía: "Va a ser médico y cuando se gradúe, voy a vender la mitad de la hacienda para que tenga su propio hospital". Planes, sueños, proyectos que todo padre hace en torno del hijo amado. Tres años después volví a aquella ciudad y el padre desesperado me buscó. Su hijo estaba completamente destruido. Parecía una fiera enjaulada, amarillo, lleno de tics nerviosos, no tenía ni siquiera el coraje de levantar la cara y mirarme. -¿Que hicieron con su hijo? -le pregunté. -Fueron los falsos amigos los que lo llevaron a las drogas. Ahora, eso es lo que queda de aquel joven bonito que usted conoció un día -fue la respuesta de aquel padre, que lloraba desesperadamente.
¡Hombres "que andan simuladamente"! Esos hombres no aparecieron en el siglo XXI, ya existían en los días de David. Llegan hasta ti como que no quieren nada o tal vez diciendo que quieren tu bienestar. Conquistan tu confianza, ganan tu admiración, y cuando tú menos lo esperas, te muerden como una cobra venenosa. Y eso no sucede solo con jóvenes inexpertos. Los falsos simuladores están todos los días, en todos los lugares. En el trabajo, en la calle donde tú vives, en el colegio. David decía con convicción: "No me he sentado con hombres hipócritas, ni entré con los que andan simuladamente". ¿Y qué en cuanto a ti? Pídele a Dios que abra tus ojos para descubrir quién es falso y simulador. Pídele a Dios que ponga colirio en tus ojos para ver la diferencia entre la paja y el trigo. No te ausentes de la vida. Participa en tu comunidad. Sé amigo de todos, extiende la mano a todos. Tan solo haz como David. No te sientes con ellos, no participes en sus planes ni en sus ardides, porque ese camino, tarde o temprano, te destruirá. Hoy es un nuevo día para repensar tus valores y tus amistades. Un día para volver atrás y corregir los errores. Esa es la maravilla de todo nuevo día. Antes de iniciar tus actividades hoy, di como el salmista: "No me he sentado con hombres hipócritas, ni entré con los que andan simuladamente".
Alejandro Bullón www.MiisterioBullon.com

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL PLAN DE DIOS PARA MI VIDA

Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? (Isa. 14: 27).
El mensaje de esperanza y misericordia debe ser proclamado hasta los últimos confines de la tierra. Todo aquel que quiera puede extender la mano, asirse de la fortaleza de Dios, reconciliarse con él y obtener paz. Ya no deben quedar los paganos envueltos en oscuridad de medianoche. La lobreguez debe desaparecer ante los brillantes rayos del Sol de justicia.Cristo ha tomado toda medida necesaria para que su iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado por la Luz del mundo, en posesión de la gloria de Emanuel. El se propone que todo cristiano esté rodeado de una atmósfera espiritual de luz y de paz. Desea que revelemos su gozo en nuestra vida. . .Cristo viene con poder y grande gloria. . . Entonces los redimidos de entre los hombres recibirán la herencia que se les prometió. Así obtendrá un cumplimiento literal el propósito de Dios para con Israel. El hombre no puede impedir que se cumpla la voluntad de Dios. Aun en medio de las manifestaciones del mal, los propósitos de Dios han estado avanzando constantemente hacia su realización (Profetas y Reyes, págs. 531, 532).

Dios mira el interior de la diminuta semilla que él mismo formó, y ve en ella la hermosa flor, el arbusto o el altivo y copudo árbol. Así también ve las posibilidades de cada ser humano. Estamos en este mundo con algún fin. Dios nos ha comunicado su plan para nuestra vida y desea que alcancemos el más alto nivel de desarrollo. . .Desea que la juventud desarrolle todas sus facultades, y que las ponga en ejercicio activo. . . Para ello consideren a Cristo como el modelo según el cual deben formarse. La santa ambición que Cristo manifestó en su vida debe moverlos a ellos también, es a saber, la de dejar mejor el mundo por haber vivido en él. Esta es la obra a la cual han sido llamados (El Ministerio de Curación, págs. 309, 310).Debéis ahora. . . relacionaros con la sociedad y la vida en una forma que responda al propósito que tuvo Dios al crearos (Mensajes para los jóvenes, págs. 33, 34).

Por. E. G. White
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