sábado, 11 de diciembre de 2010

UN VERDADERO TESTIGO DE JEHOVÁ


“Vosotros sois mis testigos- dice el Señor-, y mis siervos que yo elegí, para que me conozcáis, creáis en mí, y entendáis que Yo Soy” (43:10).


Probablemente la tentación más grande que un pastor afronta es “descuidar su devoción personal”. No es algo nuevo. Todo pastor joven y de experiencia sabe en realidad lo que esta tentación significa. Son tantas las actividades que generalmente demanda un distrito, que si no hay un dominio propio la tentación de “descuidar la devoción personal” será una triste realidad.
Como pastor distrital muchas tengo que visitar desde las 4:00 am, pues en otra hora es difícil encontrarlos en casa, eso quiere decir que tengo que levantarme una hora antes mínimo para poder cumplir la cita. En una ocasión me levanté 3:45 am, con prontitud me lavé y cambié, cuando me disponía a salir de la casa, vi un afiche que mi esposa hiso donde dice: “¡Alto! ¿Oraste antes de salir?”, fue una estocada a mi corazón. Como pastor animo a mis hermanos a que no descuiden su devoción personal, ¿y yo?
¿Quién es un testigo? Es alguien que puede dar un informe personal de algo, puede hablar respecto a algún suceso porque lo ha observado directamente. Un testigo, es alguien que no habla lo que le han contado, ni lo que ha escuchado, sino que lo ha vivido o ha experimentado.
La gente en la actualidad está cansada de teorías, promesas incumplidas, personajes que dicen algo y hacen otra muy diferente. Como pastores, ¿somos testigos de Jehová? ¿Damos testimonio de las maravillas de Dios, o es que nos limitamos a contar lo que Dios ha hecho en otros? Probablemente predicamos sermones de otros libros, y no de lo que hemos sido testigos a través de la Palabra de Dios cada mañana en nuestra devoción personal.
El texto dice que Dios nos eligió para ser testigos, nos escogió para ello, nos eligió para que lo conozcamos y creamos en Él. Nuestra labor primaria como pastores debe ser testigos de lo que Dios quiere a través de su Palabra en cada amanecer. Visitar, planificar, predicar es el trabajo del pastor, eso está demás decirlo, sin embargo, debemos reconocer que somos humanos y si Cristo dependió de Dios el Padre, ¿cómo no lo haríamos nosotros, los ministros de Dios?
Para ser testigos de Dios, necesitamos conocer a Dios cada día, buscarlo en primer lugar y todas las cosas serán añadidas (Mt. 6:33): bautismos, diezmos, suscripciones, éxito que Dios desea de cada uno de sus obreros. A leer el afiche, ¡Alto! ¿Ya oraste antes de salir? Me arrodillé en un rincón de la casa y le pedí a Dios que jamás permita que esa tentación me venza. Pienso si esa tentación también es real en la vida de otros ministros. Si es así, hagamos un alto y pongámonos a cuenta con Dios.

Heyssen J. Cordero Maraví
Misión del Oriente Peruano-UPS

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿MATERIALISMO ADVENTISTA?


“Así fijamos nuestros ojos, no en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno” (2 Cor.4:18).


El materialismo es un corriente filosófica que entre otras cosa, considera la materia como única realidad, es decir que la materia está por sobre todo. En consecuencia, un materialista es muy apegado a los bienes materiales.
Una familia solicitó ayuda económica para la enfermedad de uno de nuestros hermanos, solicité ayuda en la iglesia donde me encontré el sábado, y tristemente los ancianos dijeron: “no colaboraremos porque estamos en construcción del templo y todos hemos hecho gastos en este proyecto. Será para la próxima”.
Su respuesta me hizo recordar a la vieja parábola que Cristo contó, la del buen samaritano. Triste pero real.
No pretendo decir que no construyamos templos, ni que tengamos un templo acogedor para adorar a Dios. Tampoco es mi afán insinuar que las iglesias deben ser conformistas, no, muy por el contrario, expreso únicamente el sentir de mi meditación. ¿Qué está pasando en las mentes de los cristianos? ¿Qué ocurre en el corazón de un hijo de Dios, llamado hermano?
¿Es posible ver a mi prójimo enfermo, a punto de morir, necesitado de ayuda, y pasar como el sacerdote de antaño de largo, sin importar el llanto de lamento? ¿Dónde quedó el amor? ¿En las páginas de la Biblia, la Palabra de Dios? ¿Y nos llamamos hermanos? ¿Qué diría Jesús si hubiera visto este cuadro? ¿Nos habría re-contado la historia del buen samaritano otra vez?
Está bien que construyamos templos, compremos equipos, piano, etc. Pero no debemos olvidar jamás que “el mundo conocerá que somos discípulos de Jesús si tenemos amor los unos con los otros”. Podemos predicar miles de sermones sobre el amor, pero jamás haber demostrado amor por el que lo necesita, no de palabras meramente sino con obras.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

¿PERDIENDO EL TIEMPO POR JESÚS?


“Cuando Jesús estaba aún hablando, vinieron de casa del principal de la sinagoga, y le dijeron: “Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al maestro?”” (Mr. 5:35).

Esta es la historia de Jairo, un importante hombre de sus tiempos; gozaba de buen prestigio y pertenecía a los estratos altos de la sociedad, por su dinero y cargo. No obstante, va en busca de Jesús cuando ha agotado todo su dinero tal vez, busca a Jesús después de que los médicos desahuciaron a su hija, acude a Jesús porque es la última opción probablemente.
Así es la vida, cuando la enfermedad llega no hace distinción entre ricos o pobres, entre débiles y fuertes, educados y analfabetos, mujeres o varones, la enfermedad puede quitarte a los que más amas, el dinero es lo que menos le importa. He visto familias de buena posición económica perderlo todo en cuestión de semanas, por un cáncer terminal, por salvar a un familiar por una enfermedad incurable.
Y allí estaba Jairo, con su nombre, su posición y su estatus en busca de un milagro en la vida de su hija que está a punto de morir. Jesús acude a su petición, camina hacia la casa del doliente hombre, y después de hacer un milagro en la vida de una mujer, es interceptado por unos personajes que le dicen: “no molestes al Maestro, tu hija ya murió”.
Esa es la realidad repetida de alguien que ha decidido ir a Jesús, siempre que va en busca de una vida mejor, un milagro de amor, una paz interior, se encuentra con obstáculos de su misma casa o entorno. Palabras como las que fueron dichas a Jairo hoy son repetidas a diario, en otras versiones tal vez pero tienen el mismo matiz: “No molestes a Jesús, ya no tienes solución”, “No pierdas tu tiempo en la iglesia, estás acabado por el alcohol”, “Deja de ir a la iglesia, orar y estudiar la Biblia, no hay remedio para esa enfermedad”, etc. Cuando Jairo escuchó esas palabras quizás se desanimó, esto es natural, nos desanimamos, no obstante, Jesús dice: “No temas, cree solamente” (v. 36). Apreciado amigo, no dudes de ello, la gente puede decir que pierdes tu tiempo buscando a Jesús, yendo a la iglesia y que no hay solución, pero Jesús dice: “No temas, cree…”

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

martes, 16 de noviembre de 2010

¿QUÉ PODEMOS PREDICAR?


“Que prediques la Palabra, que instes a tiempo y a destiempo. Convence, reprende y anima, con toda paciencia y doctrina” (2 Tim. 4:2).


Un pastor distrital fue invitado a predicar a pastores, en su nerviosismo tal vez, preguntó a un pastor de más años sirviendo al Señor, qué podría predicar. El pastor de experiencia, lo miró fijamente a los ojos y con mirada triste le dijo: “¿Hay algo más que podemos predicar que no sea la Palabra de Dios?” Los tiempos de Pablo eran complicados en cuanto a unidad de doctrinas y vida cristiana, hoy, la realidad no es distinta. Las iglesias protestantes en general se afanan por “ganar almas” para Cristo poniendo en riesgo muchas veces los principios bíblicos, sus prédicas están infestadas de superación personal, prosperidad a cambio de un verso fuera de contexto matizados con experiencias jocosas, chistes y marketing por doquier. Todos esos tópicos resultan interesantes y entretenidos, pero jamás lograrán la transformación espiritual que Dios demanda. Como pastores debemos ser consientes de ello.
¿Qué podemos predicar? La Palabra de Dios. Predicar la Palabra no siempre es fácil, a veces los mensajes bíblicos resultan ofensivos para algunos, Cristo mismo experimentó la resistencia de no pocos, sin embargo, Pablo mismo dijo: “No te avergüences del evangelio porque es poder de Dios para salvación” (Ro. 1:16), pues muchos cristianos de seguro se avergüenzan del mensaje bíblico. Sin duda.
¿Cuándo predicar la Palabra? La predicación de la Biblia no tiene lugar ni tiempo, es a tiempo y fuera de tiempo, en todo lugar a toda hora, la predicación de la Palabra debe estar en el corazón del ministerio pastoral. Esa predicación debe convencer al no adventista, exhortar al adventista que está caminando mal, y animar al adventista y no adventista. No debe estar limitada al púlpito, sino en visitas a casas, campamentos, retiros, etc.
¿Cómo predicar? Con paciencia y doctrina. Un ministro de Dios, debe caracterizarse por la paciencia y enseñanza conforme a la Biblia. La impaciencia y enseñanza superficial no es una predicación al agrado de Dios. Pablo está seguro de ello.
El pastor distrital finalmente, predicó con poder frente a casi cien pastores, después de su intervención, fue hacia el pastor de experiencia y le dijo: “Hace un buen tiempo no predicaba la Palabra” ¿Qué, cuándo y cómo estás predicando como pastor? Cumplamos nuestro ministerio.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

domingo, 31 de octubre de 2010

EMBAJADORES, REALMENTE EMBAJADORES



Primero doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, de que en todo el mundo se habla de vuestra fe.” Rom. 1:8



Mi nombre es Alberto Calizaya, tengo una esposa y dos hijas, actualmente desempeña el cargo de asociado de ministerio personal, soy una persona muy convencida del llamado de Dios, disfruto al conversar con las personas y trato de ser muy atento con ellas.


Los sábados por la mañana, muy temprano, me encuentro, listo para recepcionar a toda persona que cruce por la puerta de la iglesia. Al ver a mis vecinos y amigos desconsolados me motivo a visitarlos, gracias a ello conocí a muchas familias, que hoy están dentro de la grey. En cierta ocasión al inicio de mi carrera cristiana, no entendía mucho del por que debemos testificar así que estudiando encontré una cita que me motivo a seguir a perseverar en esta vida, no solo como persona, sino como padre y cómo líder. Este párrafo dice así;


“Embajadores, con corazones ardientes de amor por Cristo y vuestros semejantes, tratad de despertar a los que están muertos en sus delitos y amonestaciones. Enternezcan sus corazones vuestras oraciones fervientes, y los conduzcan arrepentidos al Salvador. Sois embajadores de Cristo, para proclamar su mensaje de salvación” (OE, pág. 35).


Entonces desde ahí, inicie cada día a buscar a Dios con mi familia, y hoy me dedico a llevar a mi familia a Dios, sino que ahora estoy en busca de personas que están perdidos en este mundo donde solo abunda el dolor, la injusticia y la violencia. Gracias a Dios hasta esta fecha, no solo él me ha rescatado de ese mundo, sino que me da la oportunidad de llevar más de 25 personas para Cristo en estos 5 años que llevo en su grey. Todos los martes y jueves comparto con mis interesados, las grandes bendiciones que Dios hace en mi vida; y hoy cuento con dos familias recibiendo el curso bíblico. Mi gratitud es cada día mas grande porque la persona que me acompaña a dar los estudios bíblicos es mi esposa, y también me acompaña en el hogar, motivándome a seguir cada día


Nuestros hijos cada día tratan de imitar aquellas cosas que con mucho amor hacemos, y en la iglesia donde nos toca participar, tratamos de apoyar en todo, comprendí, que un líder seguro de lo que Dios anhela trabaja con cargo o sin cargo.


Solo los que permiten que sus corazones ardan del amor de Cristo, podrán entender la premura con que debamos llevar el mensaje de esperanza a las personas. La única manera de ser un embajador del cielo, es aprendiendo del maestro y solo así los que hacen que Dios sea su Dios cada día, podrán aprovechar las oportunidades que Dios les brinda. Solo los que dejan que Dios dirija sus vidas, podrán experimentar en vida las grandes bendiciones que Dios nos da. Que Dios te bendiga.



Pastor Josué Vilca Camargo - UPS

viernes, 22 de octubre de 2010

ADORACIÓN EXCLUSIVA A DIOS



“Entonces respondió Jesús: “Vete Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás”.” (Mt.4:10).


La adoración es el tema central en el Gran Conflicto entre Cristo y Satanás. Satanás sabe que toda la adoración le corresponde exclusivamente a Dios, a nadie más, y sabiendo eso quizo, quiere y querrá es adoración que le fue negada allá en su rebelión en el cielo. Es por ello que Satanás hace todo lo posible para que la humanidad desvíe la adoración que debe darse a Dios.
“Jugar con los dos pies”, es válido en el fútbol. En la vida cristiana esa idea no tiene cabida. No podemos servir a Dios y a Satanás. No podemos estar con un pie en la iglesia y otro en las mundanalidades.
No podemos llamarnos adventistas, cristianos e hijos de Dios únicamente porque vamos a la iglesia, cantamos, predicamos, leemos la Biblia, sin embargo, después de algunas horas o minutos, hacemos cosas muy distintas a lo que la Palabra de Dios nos dice.
La adoración está ligada al servicio. Servimos a quien adoramos. Si servimos a Dios, entonces le adoramos. No obstante, si no servimos a Dios, entonces no le adoramos, y si no le adoramos a Dios, entonces, ¿a quién adoramos? Simple como parezca, a Satanás.
A Dios no le gusta una adoración compartida, pues Dios es Dios fuerte y celoso (Ex. 20:4-6), y el que no es con Dios, contra Él es. “No puedes servir a dos señores, pues a uno servirás y a otro aborrecerás” (Mt. 6:24).
Es triste pero real. Si no servimos a Dios, simplemente estamos sirviendo al enemigo. No le demos sobras a Dios, Dios se merece un servicio único y dedicado a Él.
Yo decido servirle solo y únicamente a Él, ¿y tú?

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

LOS SEGUIDORES DE CRISTO TAMBIÉN LLORAN



“Cuando Jesús fue a la casa de Pedro vio a la suegra de éste en cama y con fiebre. Le tocó la mano, y la fiebre la dejó. Y ella se levantó, y empezó a servirle” (Mt.8:14,15).


A Jesús le gustaba visitar a las casas. Esta vez visitó la casa de Pedro, y en la casa de Pedro había “problemas”. La pregunta que me viene a la mente es, ¿No era Pedro uno de los discípulos más cercanos a Jesús? ¿Cómo es que en la casa de un seguidor de Jesús, de un dirigente de iglesia, de un adventista, pueda haber problemas? El texto de hoy dice que en la casa de los seguidores de Jesús también ocurren problemas.
Cuántas veces me he encontrado con hombres y mujeres que desean “tirar la toalla” en su fe cristiana porque aunque siguen a Jesús cada día, tienen problemas terribles. Muchos cristianos abandonan su fe porque creyeron que la vida cristiana era parecida a un “cuento de hadas”, esas en la que los protagonistas “vivieron felices por siempre”. Al leer el texto de hoy, podemos ver que Pedro, era tan humano, tan simple, y en su casa también podía tener a su suegra enferma.
Si eres aquél que un día aceptó a Cristo en su corazón creyendo que la vida a partir de ese paso sería “color de rosa”, te doy malas noticias, Jesús no siempre nos lleva por “delicados pastos”, el salmista dice también, “aunque camine en el valle de sombras de muerte” (Sal. 23:4). Entonces, ¿de qué sirve a seguir a Jesús si la vida cristiana también tiene sus problemas? Alguno puede decir, ¿de qué me sirve ir a la iglesia, predicar el evangelio, trabajar por la iglesia si la vida cristiana también tiene sus pesares? Un hombre un día me dijo: “yo acepté a Cristo, porque pensé que en la iglesia ya no tendría problemas, y me doy cuenta de que estaba equivocado”.
La Biblia nos dice que, “cuando vio a la suegra de Pedro, le tocó y ella se sanó”. ¡Qué maravilloso! Jesús no es un observador pasivo, Jesús desea intervenir con un milagro, es cierto, hay dificultades en la vida cristiana, pero la promesa es grande, “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20). ¿Deseas hoy invitar a Jesús a tu casa como lo hizo Pedro, decirle, “ven a mi casa Señor Jesús”? Jesús no puede forzar nada, la decisión es únicamente tuya, ¿qué dirás?
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

miércoles, 6 de octubre de 2010

VIDA DESPUÉS DE CRISTO


“Jesús le dijo: “vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales las grandes cosas que el Señor ha hecho contigo, y cómo tuvo compasión de ti” (Mr.5:19).

Esta es la historia de un ex-endemoniado. No se sabe su nombre, tampoco se sabe su edad, si tuvo esposa, hijos, una profesión, amigos; lo único que se dice de él es que era un “loco de atar”, un hombre fuera de sus cabales, un endemoniado que vivía en un cementerio entre los sepulcros. No imagino a alguien viviendo entre muertos. Pero la Biblia dice que este hombre vivía así.
Como no sabemos mucho de él, le llamaremos Fernando. Este hombre no siempre fue un endemoniado, vamos a imaginar que tuvo hijos, una esposa, un trabajo próspero. Sin embargo, un día, no se sabe cómo, pero por problemas de la vida, el estrés quizá, por un pasado triste y oscuro, este hombre de respeto comenzó a actuar de manera diferente, ¿por qué?
¿Por qué un buen padre un día deja a su esposa, sus hijos, se da al abandono y se torna irreconocible por sus actitudes? ¿Qué es lo que hace que un buen padre un día se vuelva adicto al alcohol, al tabaco, a las drogas? ¿Qué es lo que pasa para que un buen hombre deje de ser llamado por su nombre, y se lo conozca como: “el borracho”, “el tramposo”, “el ladrón”, “el drogadicto”, etc.? Simple, una vida sin Cristo.
Sin embargo, la Biblia nos dice que este hombre trastornado, tuvo su encuentro con Jesús, con Dios mismo. Y todo aquél que tuvo un encuentro real con Cristo no queda igual. Nadie que fue a Jesús, y experimentó el milagro de la conversión sigue su vida pasada.
Jesús fue el único que pudo dividir la historia de la humanidad en dos: en la historia antes de Cristo y después de Cristo. El hombre que vivía en los sepulcros, ya no fue más un endemoniado, sino el ex -endemoniado, el evangelista, pues Jesús le dijo que vaya a los suyos y les predique. Nadie que fue transformado por Cristo se queda callado, él va y cuenta las maravillas a otros. ¿Haces tú eso? ¿Fuiste transformado por Cristo? Entonces ve a los tuyos y cuéntales las maravillas que Jesús ha hecho contigo. Predica su mensaje.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 4 de octubre de 2010

¿TE OLVIDASTE DE JESÚS?




“Y los hombres se maravillaban y decían: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?” (Mt.8:27).


¿Es posible que un cristiano estudie la Biblia todos los días, ore buena parte de su tiempo, predique el evangelio, y no conozca realmente a Jesús? A leer el texto de hoy parece que es así.


Los discípulos de Jesús compartían mucho tiempo con Él. Caminaban con Jesús, trabajaban con Jesús, comían con Jesús, descansaban con Jesús y realizaban muchas actividades al lado de Jesús, y sin embargo, tal parece que no lo conocían realmente.


El texto de hoy expresa: “y decían: ¿quién es éste…?” Es sorprendente cómo es la naturaleza humana, es trágico el actuar de la humanidad cristiana. Un día decide amar a Jesús, servirle por siempre, y otro día camina por su lado, abandona su fe, ¿por qué?


El cristiano de hoy ha olvidado ¿quién es Jesús? Alguno puede decir, ¡No! ¡¿Cómo cree pastor?! ¡Jamás! No lo dicen de boca, pero con sus actitudes sí. Fíjense en la reacción de algunos cristianos cuando en están en problemas económicos, ¿a dónde recurren? A los bancos, a los usureros, en fin. ¿Y qué de algunos cristianos con problemas familiares? Ellos buscan consejos en los amigos, en los vecinos, ¿y Dios? ¿dónde queda Dios?


Los discípulos estaban con Jesús en la barca. Cuando vino la tempestad, ¿a dónde fueron los discípulos? A sus fuerzas y capacidades, y después de todo su vano esfuerzo, recién fueron a Jesús; como lo último, como la remota opción. Y aún así lo hicieron sin fe.


El cristiano de hoy, actúa como los discípulos de antaño. Pueden estar en la iglesia (la barca) con Jesús, pueden estar con Jesús en su casa (la barca), pero olvidarse de Él, y cuando se acuerdan, lo hacen cuando ya han agotado todo su esfuerzo. ¿Cómo crees que se siente Jesús, Dios, cuando solo lo buscas porqué no tienes a dónde más?


Cuando Jesús se levantó y calmó la tempestad, la gente decía: “¿quién es éste…?”, ¿sabes por qué? Porque en realidad no lo conocían. Sabía su nombre, su fisonomía, pero aunque cerca de Jesús no sabían nada de Él. ¿Será ese tu caso? Ve hoy a Jesús y conócelo de verdad.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


martes, 28 de septiembre de 2010

EL HERMANO OFENDIDO


"El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.” Prov. 18:19.


Me gusta la versión de La Biblia al día (paráfrasis), que dice así: “Es más difícil recobrar la amistad de un hermano ofendido, que tomar una ciudad fortificada. Su ira te rechaza como barrotes de hierro”. La vida puede ser fácil. Pero somos nosotros, los seres humanos, los que la complicamos. Si tú haces una lista de las últimas 25 discusiones que tuviste en el trabajo, en la casa, en el colegio o en la calle y las analizas, verás que la mayoría de ellas podrían haber sido evitadas. El consejo divino es: No discutas por motivos banales, no pierdas amistades valiosas por decir palabras agresivas en un momento de rabia.


Controla tu mente, tu corazón y tu lengua, y serás más feliz. Tú puedes destruir la amistad de toda una vida en un instante. Recuperarla será difícil. El libro de Proverbios es una especie de código moral de conducta. Fuera de contexto, podría ser visto de ese modo. Pero, si se analiza desde la perspectiva del todo, los proverbios son una descripción de la manera como se conducen las personas sabias. Los principios de vida presentados por Salomón, no son para ser vividos sobre la base de una obligación. Nada en la Biblia es obligatorio. El tema central, junto a la salvación, es la libertad; ateniéndose, por supuesto, a las consecuencias de las decisiones que hacemos. En Jesús, tú encuentras el poder necesario para vivir voluntariamente los principios que él coloca en el corazón. Tú eres libre. La elección es tuya.


El modo sabio de vivir que presentan los proverbios, es el resultado natural de algo que ocurre dentro tuyo. Cuando reconoces tus limitaciones como criatura y vas en actitud humilde a Jesús y a su Palabra con el deseo de aprender, tú ganas. Haz de este día un día de decisiones sabias y productivas. Cuida tu mente, tu corazón y también tus palabras. Valoriza las amistades, no las desperdicies por causa de discusiones tontas. Si por algún motivo tú sientes que eres derrotado en algún momento, levanta la cabeza, tómate del brazo poderoso del Padre y continúa adelante. Solo es realmente derrotado quien deja de luchar. Y no olvides hoy que: “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar”.


Pr. Alejandro Bullón

lunes, 20 de septiembre de 2010

LAS TRES DIMENSIONES DEL COMPROMISO CRISTIANO



Luego se dijeron unos a otros: No estamos haciendo bien, hoy es el día de buenas noticias y nosotros callamos. Si esperamos hasta el amanecer nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues ahora, entremos y demos la noticia en la casa del Rey (2 Reyes 7:9).


Los leprosos de esta historia estaban viviendo el momento más importante de sus vidas, pensaban que su mundo eran sólo cuatro personas y por un momento creyeron que estaban en lo correcto, hasta que alguien entró en reflexión “No estamos haciendo bien”.


Más de una vez encontré a alguien que me dijo: “Pastor, no estamos haciendo bien”. Necesitamos estar comprometidos con una causa correcta. El ser humano desde que nace hasta que muere está comprometido con algo o con alguien, el compromiso es inherente al ser humano, es parte de nuestro diario vivir. A continuación presento las tres dimensiones del compromiso cristiano: El compromiso de creer, de compartir y de vivir.



  1. El compromiso de creer el evangelio: Oír una noticia nos compromete a actuar, el que está en peligro y sabe que ha encontrado un medio para escapar tiene mayor culpa, que el que ignora su condición. Allí la importancia de creer el evangelio.

  2. El compromiso de compartir: El que oye tiene la necesidad o el deber moral de compartir esa noticia.

  3. El compromiso de vivir ese evangelio: No podemos dar lo que no tenemos, no se puede anunciar si primero ese evangelio no se ha hecho carne en nosotros.

Los cuatro leprosos comprendieron el compromiso de creer, compartir y vivir esa noticia, alguien de los cuatro hizo reflexionar a los tres, “No estamos haciendo bien”.


Reflexionemos, ¿crees realmente en el mensaje que predicas?, ¿estás compartiendo esa noticia?, y finalmente quiero preguntarte ¿estás viviendo lo que predicas?


Pastor Martín Diaz


Misión norte oriental- UPN

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL "CUERPO" DE CRISTO



“De manera que sin un miembro padece, todos los miembros se conduelen con él. Y si un miembro es honrado, todos los miembros se gozan con él” (1 Cor.12:26).



No importa el peso o la talla de la persona, lo que es cierto es que si una pequeña parte de su cuerpo adolece de algún malestar, provocará un malestar general del cuerpo. Esto es interesante porque Dios nos creó seres integrales, es decir, completos. Somos, físicos, psicológicos, sociales y espirituales. Sin adolecemos de algún malestar en cualquier aspecto definitivamente estaremos enfermos.


Pero, ¿te has dado cuenta que en el aspecto físico, esto es más real? Por ejemplo, si te duele un diente, eso causará que no puedas actuar como debe ser. Y eso que el diente es aparentemente pequeño y sin importancia.


La iglesia de Dios está llena de seres vivos, seres débiles, mortales, sencillos. Es por ello que Dios compara a su iglesia con un cuerpo humano, para hacernos entender que cada uno de nosotros somos miembros de ese cuerpo. Así, si un miembro de la iglesia está pasando por malos momentos, entonces, la iglesia, todos nosotros también lo sentiremos así.


Es más, nosotros nos llamamos “hermanos”, ¿por qué? ¿Porque compartimos una misma fe únicamente? No, porque somos hijos de Dios, porque pertenecemos al mismo cuerpo, porque somos hermanos en la fe, pues creemos que nuestro Padre es Dios.


Hoy, puedes demostrar que te unes al dolor del hermano de tu iglesia, que lleva un mar de lágrimas y nadie lo advierte. No des lo que te sobre, da lo que crees que le puede servir y ayudar en este momento difícil. Recuerda, que el mañana no es seguro, mañana me puede tocar a mí.



Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

lunes, 6 de septiembre de 2010

PODER, FUERZA Y RIQUEZAS...!


“Y digas en tú corazón: Mi poder y la fuerzas de mi mano me han traído toda esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque el te da el poder para hacer las riquezas”. Deut. 8: 17, 18
El asiento de nuestros pensamientos es nuestra mente (corazón), todo lo que ocurre en nuestra vida se forma o se graba a través de nuestros actos, indudablemente Dios trabaja a nivel de su hijos, con seres humanos, que en su diario vivir y con tantas preocupaciones que presenta la vida.
Mi poder, y la fuerza de su mano, es simplemente una consecuencia de las bendiciones que Dios sigue derramando a sus hijos, sean estos o no agradecidos. La mano es el símbolo del trabajo, del esfuerzo abnegado, de la perseverancia para alcanzar jun objetivo en la vida.
Sino” acuérdate”, es interesante como la Biblia presenta al hombre, como alguien que se olvida fácilmente de las cosas, de los compromiso, de la citas pactadas, y de otras cosas más. Entonces nuestro buen Dios para no olvidar nos dice “Acuérdate”, recuerda , no te vayas a olvidar, tenlo siempre presente.
Porque EL te el poder para hacer riquezas, que claro esta el mensaje: todo proviene de Dios, y no haya situación, problema , circunstancia que ocurra que Dios no lo sepa, por el contrario el tiene el control de nuestras vidas, esto incluye en todo aspecto de nuestro vivir.
Dios nos ayude a cuidar de todo lo que recibimos de sus manos, también a vivir agradecidos por todo lo que nos ocurre, de todo lo gira a nuestro alrededor, aún de esos pequeños detalles que vivimos cada día.


Pr. Gilberto Urcia

viernes, 27 de agosto de 2010

EL AMOR DE DIOS



“Raeré de la tierra a los hombres que he creado […] porque me pesa haberlos creado (Gn.6:7).


Un preso en el penal de Lurigacho, Lima, me dijo un día: “son 17 años que llevo preso. Tengo 3 hijos, tuve una esposa. Por espacio de cinco años me visitaron seguido. Mis hijos son profesionales, y la últimas vez que uno me visitó fue hace 6 años, para el día del padre. Todos se han olvidado de mí, nadie da un céntimo por mí. Mi vida no valdría la pena si para mi madre, yo no fuera el mejor hijo del mundo. Para mi madre, yo valgo, para mi madre sigo siendo persona, para mi madre, tengo sentimientos”.


El amor de Dios es similar, pero mejor. Al ver a sus hijos en la peor degradación moral, en la peor corrupción, Dios se arrepiente de haber creado al hombre, no porque no los ama, sino porque los ama. Pues sabe que nadie es feliz viviendo en la corrupción. La vida de un corrupto, no es feliz, vive con miedo, vive estresado, asustado por lo afanes de la vida. Infidelidad, engaño, dolor, rencor, egoísmo. Es por ello que Dios siente dolor en su corazón y desearía no haber creado al hombre, pues sabe que no es feliz en esa calidad de vida.


La generación de Noé había traspasado los límites del mal. Todos sus actos, palabras y pensamientos eran hacia el mal.


Un hombre ebrio me dijo un día que Dios era bueno, y que por ello, no iba a la iglesia, “Cuando vuela Jesús, yo me arrodillaré y le diré que me perdone, y va a ver pastor, que Jesús mismo me va a perdonar, porque él es bueno”. Hay gente que cree que es por malo que Dios le pondrá fin al pecado. No es así. Dios le pondrá fin al pecado, por que Él es bueno por la eternidad.


¿Un borracho sería feliz en el cielo? ¿Dónde podría saciar su sed por el alcohol? Te das cuenta, si Dios destruirá al pecador en su segunda venida es porque es un Dios de amor.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


jueves, 19 de agosto de 2010

UNA HISTORIA DIFERENTE: NOÉ CAMINÓ CON DIOS



“Esta es la historia de Noé. Noé fue un varón justo y perfecto entre los de su tiempo. Con Dios caminó Noé” (Gn. 6:9).



Hay muchas historias. Cada vida es una historia. Tu vida es una historia, y a cada instante se tejen las historias por doquier, unas son tristes, felices, traumáticas, indeseables, en fin, tantas historias. Pero ésta es la historia de Noé. Una historia hermosa. Una historia así, es posible únicamente si se camina con Dios.



Pero, podríamos preguntarnos, ¿Por qué fue hermosa? O ¿Por qué le agradó a Dios? La Biblia presenta dos realidades: La primera, Noé era "varón justo". La palabra "justo" no implica una inocencia intachable, sino rectitud, honradez y virtud. Es digno de notarse que no es meramente llamado "justo" sino "varón justo", esto es simple, Noé era un varón, es decir un hombre, simple, normal, de carne y hueso, como tú y yo, pero al agrado de Dios. La segunda razón, Noé era “perfecto entre los de su tiempo”. La palabra perfecto no implica impecabilidad, o sin error, sino más bien integridad moral, es decir, era un hombre de Dios en todos los aspectos de la vida. Y se menciona “perfecto entre los de su tiempo”, por una sencilla razón, porque muestra que en otros tiempos puedes ser tú un Noé.



Finalmente, el texto termina diciendo: “Con Dios caminó Noé”, aquí radica la razón de una historia como la de Noé. Y es que él caminaba con Dios. Pero, ¿qué es caminar con Dios? Caminar con Dios es lejano a leer mi Biblia a “vuelo de ave”, es muy diferente a “orar dos o tres minutos diarios”, dista mucho de ir a la iglesia por compromiso, o por costumbre, y en últimas, es muy distinto a ser cristiano o adventista cuando estoy en la iglesia y no fuera de ella.



¿Ya empezaste a caminar con Dios...? Olvida ya el ayer, hoy puede ser diferente, tu historia puede ser hermosa, empieza a caminar con Dios.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

miércoles, 18 de agosto de 2010

JEHOVÁ ES BUENO Y MISERICORDIOSO


“Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones” (Sal 100:5).

John Cloud cuenta en la revista Time que en la mañana del famoso 11 de septiembre, Genelle llegó temprano al piso 64 de la torre norte del World Trade Cemer, donde trabajaba. La joven prendió su computador y, repentinamente, oyó un estruendo terrible. Ella no sabía que el vuelo 11 de American Airlines acababa de chocar contra el edificio donde estaba.
Al principio no tuvo miedo. Solo curiosidad. Se dirigió a la ventana y vio un monte de papeles volando por el aire. Oyó gritos y a alguien diciendo que un avión había chocado con el predio. "Tenemos que salir de aquí", gritaban otros. Genelle se aterrorizó. No sabía si debía bajar por las escaleras o esperar allí. La alarma contra incendios sonaba enloquecedoramente. Todo el mundo gritaba y nadie sabía qué hacer.
Cuando finalmente decidió bajar, la escalera estaba llena de humo. En eso oyó otro ruido ensordecedor. Pensó que era el fin. Lo que no sabía entonces, era que centenares de personas acababan de morir al derrumbarse la torre sur. Eran las 9:59 y la torre norte, donde estaba ella, también se caería 29 minutos después.

Genelle bajaba las escaleras del piso 13 cuando oyó otro ruido descomunal, sintió que era llevada como si fuera una pelota de ping pong y se desmayó. Cuando volvió en sí, estaba atrapada. Le dolía todo el cuerpo y no podía moverse. Tocó algo a su lado, algo suave, y se dio cuenta que era un cadáver. Que¬dó aterrorizada. Las horas transcurrieron y Genelle se desmayó nuevamente.
Cuando despertó ya era de noche. Clamó a Dios. Se sintió mejor y oró otra vez. De repente, oyó voces y gritó: "¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!" Una voz le respondió; "¿Puede ver la luz?" Ella no podía, pero el equipo de rescate la encontró y la salvó.
En medio de la tragedia de aquel día, Genelle entregó su vida a Dios. Hoy, ora y estudia la Biblia diariamente. Recibió algo de ayuda financiera del gobierno, pero no piensa pedir indemnización. ''Ahora soy cristiana", explica.

Creo que nadie tiene la culpa. Antes vivía preocupada solamente por el dinero y por mi apariencia física. Hoy, cojeo y tengo cicatrices horribles, pero eso no me preocupa. Ya no tiene tanta importancia, porque estoy viva. Solo estar viva ya es motivo para ser feliz", afirma Genelle con convicción.
Por eso, hoy, aunque haya sombras a tu alrededor, di tú también: "Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Alejandro Bullon
http://www.ministeriobullon.com

viernes, 13 de agosto de 2010

LA IMPORTANCIA DE SER AGRADECIDOS



“Jesús le dijo: Lévántate y vete. Tu fe te ha salvado” (Luc. 17:19).



En la Biblia se registra una historia muy triste (Luc. 17:11-19), la historia de 10 leprosos que fueron sanados por Cristo. Aunque eso debería ser motivo de alegría y no de tristeza, trágicamente su final es terrible.


Jesús hizo un milagro en la vida de 10 leprosos sin esperanza a vivir más. Pero Jesús les ayudó a recuperar su salud, y con eso, probablemente su familia, su trabajo, sus amigos, etc. Es que cuando Jesús, llega a la vida de un hombre, no lo deja igual. Jesús hace milagros grandiosos en la vida de quiénes le piden su ayuda.


¿Te has dado cuenta por ello que incluso los que no sirven a Dios como deben, o los que no van a la iglesia aparentemente viven con más dinero que un adventista? Es que Jesús derrama sus bendiciones también para los malos. Así como la lluvia es para buenos y para malos.


De los 10 leprosos que fueron SANADOS, sólo 01 fue SALVADO. La pregunta es, ¿Por qué? Porque los 09 no fueron agradecidos, y sólo 01 agradeció y adoró a Dios.


¿Ya le has agradecido a Jesús por lo que hizo por ti? A veces creemos que debemos ser agradecidos a Jesús, sólo cuando hay GRANDES bendiciones. ¡No! Seamos agradecidos en todo tiempo.


Recuerda que si bien es cierto, fuiste SANADO, por Jesús de la lepra del pecado. Ahí no termina. Ahora debes ir ay agradecer a Dios, debes adorarle. La acción de gracias es importante en el plan de la salvación pues tiene que ver con la ADORACIÓN.


Y la Biblia dice que únicamente Dios se merece la adoración y la gloria. ¿Por qué no vamos y agradecemos a Jesús? Pudimos ser CURADOS por Jesús, pero tal vez no seamos SALVADOS. Vayamos y adoremos a Dios con acción de gracias.


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


¿AVERGONZADOS DEL EVANGELIO?

“No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para la salvación de todo el que cree; primero al judío y también al griego” (Rom. 1:16).


Conocí a Fernando en Lima. Él era un joven muy dinámico en la iglesia, cantaba, daba estudios bíblicos, predicaba y colaboraba con todas las actividades del pastor de su distrito. Un día por cosas de la vida, me lo encontré en el centro de la ciudad. Yo estaba con terno y corbata, y con una Biblia grande entre mis manos. Me vio a lo lejos e hizo como su no me hubiera visto. No entendía qué es lo que pasaba, cuando de pronto noté que estaba acompañado de una señorita. Pensé que no me había visto, así que fui a saludarle. Me vio, y sorprendido, me dijo: “Hola Heyssen”. Fernando nunca me había llamado por mi nombre. Pero no me importó, total, éramos casi de la misma edad. Conversamos unos dos minutos y me despedí prontamente pues notaba su incomodidad. Al despedirme le dije: “Hasta el sábado hermano”, y fue allí cuando la señorita que a leguas se notaba no era adventista, dijo: “¿Eres hermano?”. Nunca me hubiera gustado estar allí, pues me dolió en el alma, cuando muy molesto Fernando dijo: “¡Jamás! Soy simpatizante, estos locos creen que porque un día les acepta ir a su iglesia uno ya es parte de ellos. Ni si quiera sé quién eres a cabalidad”.


Apreciado hermano, ¿eres feliz de ser hijo de Dios? ¿Te has dado cuenta de que eres privilegiado al pertenecer al pueblo de Dios? En la actualidad cuántos actúan como Fernando. Niegan su fe, les avergüenza que la gente sepa que son adventistas. El texto de hoy es claro. No debes avergonzarte. Pues el evangelio es poder de Dios. La Biblia dice: “Porque el que se avergonzare de mí, y de mis palabras en esta generación…el Hijo del hombre se avergonzará de él también” (Mr. 8:38).


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví


miércoles, 11 de agosto de 2010

SEA ALABADO EL NOMBRE DE DIOS

“Desde el nacimiento del sol basta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová.” Sal 113:3


Es común alabar a Dios cuando el corazón rebosa de alegría y gratitud. Es también común buscarlo cuando las cosas parecen escapar del control y tú sientes que no tienes más fuerzas para continuar resistiendo los huracanes de la vida. No me refiero a huracanes como el Katrina o el Vilma, que arrasaron todo dejando por lo menos la esperanza de la reconstrucción. Me refiero a aquellos vendavales emocionales que se llevan hasta las ganas de continuar viviendo.




¿Qué sucede cuando el ser amado un día te mira y te dice: “Fue bueno mientras duró, pero me estoy yendo porque quiero ser feliz?” ¿O qué sientes cuando después de toda una vida de trabajo, la traición de alguien en quien tú confiabas parece destruir tus sueños? ¿Cómo reaccionas ante el cuerpo inerte del hijo amado, o ante el diagnóstico de un cáncer Terminal en plena juventud?




Buscar a Dios en los momentos de alegría y de tristeza será más fácil si la declaración del versículo de hoy es una realidad en tu experiencia. Alabar el nombre de Dios debe ser un acto permanente. “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone”. Andando, viajando, trabajando, viviendo, la alabanza debe estar presente en cada latido del corazón. El humanismo de nuestros días concentra la atención del hombre en el propio hombre. “Busca la solución dentro de ti mismo”, afirma. “Saca la energía de tu interior”, declara. En contraste, la teología bíblica es teocéntrica. Según ella, todos los caminos e intenciones humanas deben converger en Dios.




La Biblia enseña que Dios está en los cielos, pero que quiere estar en la vida de la criatura. Todos los días, en todos los momentos. ¿Dejarás que Dios camine a tu lado hoy? ¿Le pedirás orientación antes de tomar la decisión que necesitas tomar? Separarse de la presencia de Jesús, solo por un minuto, es como quitar el tubo de oxígeno de un enfermo Terminal.




Si aprendes a sentir la presencia de Dios en todo momento, te será más fácil hacerlo en medio del dolor, cuando las lágrimas te impidan ver al Señor. Ábrele el corazón a Jesús. Abraza a tus amados antes de salir de casa. Anima al débil, consuela al triste y encara con optimismo los desafíos de este día. Y no olvides: “Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová”.




Alejandro Bullon


martes, 27 de julio de 2010

EL JUSTO VIVIRÁ POR FE


Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él. (Col. 2: 6.)


Nuestro crecimiento en la gracia, nuestro gozo, nuestra utilidad, todo depende de nuestra unión con Cristo. Solamente estando en comunión con él diariamente, a cada hora permaneciendo en él, es como hemos de crecer en la gracia. El no es solamente el autor sino también el consumador de nuestra fe. Cristo es el principio, el fin, el todo. Estará con nosotros no solamente al principio y al fin de nuestra carrera, sino en cada paso del camino...Preguntaréis, tal vez: "¿Cómo permaneceremos en Cristo?" Del mismo modo en que lo recibisteis al principio. "De la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él" (Col. 2: 6). "El justo vivirá por [la] fe" (Heb. 10: 38). Os entregasteis a Dios para ser completamente suyos, para servirle y obedecerle, y aceptasteis a Cristo como vuestro Salvador. No podíais por vosotros mismos expiar vuestros pecados o cambiar vuestro corazón; pero habiéndolos entregado a Dios, creísteis que por causa de Cristo, el Señor hizo todo aquello por vosotros. Por la fe llegasteis a ser de Cristo, y por la fe tenéis que crecer en él, dando y tomando a la vez. Tenéis que darle todo el corazón, la voluntad, la vida, daros a él para obedecer todos sus requerimientos; y debéis tomar todo: a Cristo, la plenitud de toda bendición, para que habite en vuestro corazón, y para que sea vuestra fuerza, vuestra justicia, vuestra eterna ayuda, a fin de que os dé poder para obedecerle.Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo.


Sea tu oración: "Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti". Este es un asunto diario. Cada mañana conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o abandonarlos según te lo indicare su providencia. Sea puesta así tu vida en las manos de Dios, y será así cada vez más semejante a la de Cristo.


Por E. G. W.

lunes, 19 de julio de 2010

EL PORDER DE LA IGLESIA QUE ORA

“Pero mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él”. Hechos 12:5

HECHOS 12:5-16 relata una de las historias más hermosas y milagrosas que pueden avivar nuestra fe en momentos difíciles y mostrarnos que verdaderamente la oración que hacemos es poderosa y escuchada por Dios.
Hay personas que piensan que Dios no escucha nuestras oraciones o simplemente no creen ni la mitad de lo que dicen y oran. Pero una Iglesia poderosa es una Iglesia que reconoce y mantiene la oración sin cesar.

Allá estaba Pedro enfrentando un momento difícil. Encarcelado por tan solo predicar el nombre de Cristo. Si algo había aprendido después de haber negado por 3 ocasiones a Jesucristo, era que nunca más lo negaría así le costara su vida. Él había experimentando en su vida el poder de la cruz mediante Jesucristo y quería que otros también conocieran de ese Salvador.

Un detalle importante a señalar es que había una Iglesia unida con un propósito definido y no solo eso, sino que era perseverante y clamaba fervientemente. Una Iglesia victoriosa es una Iglesia unida con un solo pensar y fin. El fin que unía en este momento a los hermanos era clamar por Pedro ya que lo iban a enjuiciar y seguramente buscarían su muerte. Era necesario que Dios interviniera pues todavía Pedro no había completado su misión.

Pero aleluya a nuestro Dios, que justo en el momento en que menos imaginamos obra. Hizo un milagro, envió a un ángel que librara a Pedro de la cárcel. Las cadenas cayeron, los guardias no lo vieron y pudo pasar sin que nadie lo viera. Y cuando llegó a donde estaban reunidos los hermanos que sorpresa recibieron, Dios había contestado su oración. Pedro estaba sano y salvo y les testificaba de lo que Dios había echo.

Hermano querido, nunca subestimes el poder de tu oración ni de tu intercesión. Dios desea que le hablemos, que nos comuniquemos con él, que cautivemos su presencia. Yo soy testigo del poder de Dios lo he experimentando en mi vida y en la vida de muchos. La oración puede hacer cosas en el reino espiritual que nadie más puede hacer. Ora con fe, con devoción, no pidas tan solamente por ti y los tuyos, pide por los que no conoces pero que también necesitan una intervención de Dios. Porque en el momento en que menos imagines verás tu oración más anhelada y preciada contestada.

Brendaliz Avilés

martes, 29 de junio de 2010

PREPARACIÓN PARA EL DÍA SANTO


Acuérdate del día de reposo para santificarlo (Exo. 20: 8).
Al mismo comienzo del cuarto mandamiento el Señor dijo: "Acuérdate". El sabía que en medio de la multitud de cuidados y perplejidades el hombre se vería tentado a excusarse de satisfacer todo lo requerido por la ley, o se olvidaría de su importancia sagrada. Por lo tanto dijo: "Acuérdate del día de reposo para santificarlo".

Cuando el sábado es así recordado, no se permitirá que lo temporal usurpe lo que pertenece a lo espiritual. Ningún deber que pertenece a los seis días hábiles será dejado para el sábado. Durante la semana nuestras energías no serán agotadas de tal manera en el trabajo temporal que, en el día en que el Señor descansó y fue refrigerado, estemos demasiado cansados para dedicamos a su servicio...

Termínense el viernes los preparativos para el sábado. Cuidad de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse... El sábado no ha de destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres o a ningún otro empleo mundanal. Antes de que se ponga el sol debe ponerse a un lado todo trabajo secular y todos los periódicos de ese carácter deben ser puestos fuera de la vista. Padres, expliquen su trabajo y su propósito a sus hijos, y permitan que ellos compartan en su preparación para guardar el sábado conforme al mandamiento.

Hay otra obra que debe recibir atención en el día de la preparación. En este día todas las diferencias entre los hermanos, sean en la familia o en la iglesia, deberán dejarse a un lado. Expulsemos del alma toda amargura, furia o malicia. En un espíritu de humildad, "confesad vuestras faltas los unos a los otros y orad los unos por los otros".

Antes de la puesta del sol congréguense los miembros de la familia para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar.

Debemos cuidar celosamente las extremidades del sábado. Recordemos que cada momento es tiempo santo y consagrado.

E. G. W.

martes, 22 de junio de 2010

SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS



Porque sin fe es imposible agradar a Dios(Hebreos 1:6).



¿Qué es mayordomía? La respuesta más simple, pero acertada es: el reconocimiento de que Dios es dueño de todo lo que tengo, y yo soy simplemente un administrador.


La naturaleza del hombre, es egoísta de por sí. Siempre quiere todo para él. Aunque existen personas dadivosas, generalmente son motivados por fines muy diferentes al amor. Es así nuestra naturaleza. Así somos desde que nacemos y somos niños, aún bebés. Si no fíjate en un niño que siente celos de otro niño.


No obstante, esa naturaleza debe cambiar. Debe ser mudada por el espíritu Santo, en un hombre nuevo (2 Cor. 5:17), y debe ser el amor de Dios lo que nos vuelva mayordomos fieles.


Un mayordomo fiel, es fiel porque tiene fe. La fe es igual a confianza. Entonces, si yo soy un mayordomo infiel, es porque no tengo fe, y si yo no tengo fe, es simplemente porque yo no confío en Dios. Notamos la gravedad del asunto. Es por ello que es imposible ser un cristiano de fe, si no soy fiel. Y cuando hablamos de fidelidad, no hablamos solo de diezmos y ofrendas, sino que todos los aspectos de nuestra vida. Yo decido ser un mayordomo fiel, ¿tú?


Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

martes, 15 de junio de 2010

¡UNA NUEVA VIDA...!



Aún no puedo asimilarlo por completo. Confieso que aunque siempre esperé este momento, no sé qué es realmente lo que siento, es sin duda alguna un encuentro de emociones casi indescriptibles. Estoy emocionado, de eso no hay duda. Feliz, definitivamente que sí.



Hoy fui a la ciudad a realizar una diligencia nada inusual al trabajo que hace casi dos años vengo realizando junto a tu mamá. Ya el viernes pasado tu mamita se sentía mal por lo que fuimos al médico. Gracias a Dios fue simplemente un pequeño malestar. No obstante, para descartar cualquier incógnita de jóvenes esposos, fuimos a un centro obstétrico a realizaron un test de embarazo. Como había muchas actividades por hacer decidimos regresar temprano a casa en la motocicleta roja.



Hoy, lunes fui a ese lugar y pedí los resultados del test. Al ver el resultado, mi respiración se agitó, una gruesa saliva se abrió paso por medio de mi garganta. ¡POSITIVO! La enfermera sonrió al verme. Me dijo: “cuidado al manejar, felicitaciones”…



¡Oh Dios! ¡Seré papá…! ¿A dónde voy? Tu mamita no está a mi lado como siempre, la llamaré y le diré que venga pronto. Ella no vino pues está trabajando y ni se imagina lo que en su vientre bendito tiene, a ti, hijo mío. ¡Qué maravilla!



Un momento, ¿Qué dije? ¿HIJO? ¿Y si eres HIJA? Le pedí a Dios desde que lo conocí en la vida cristiana, que mi primogénito sea varón. Creo que eres varón, no sé pero algo me dice eso. Pero también en mi corazón hay un sentir pequeñito de que seas mujercita, no porque seas mujer, sino porque todos mis amistades saben mi deseo, y ya me imagino lo que me dirá, jajaja; y probablemente termine cantando una viejo bolero “yo sé que a todos los hombres les debe pasar lo mismo que cuando van a ser padres, quisieran tener un niño, luego les nace una niña, sufren una decepción…” No lo sé. No sé si seas hijo, o hija, lo único que sé es que eres el regalo de Dios para nuestro amor, el de tu mamita y el mío. Seas varón o mujer, únicamente sé que te amo, y te amo mucho. Dios nos bendijo, hemos trabajado duro, para preparar un lugar hermoso para ti, antes de pensar en concebirte. Espero que te guste. Eres mi inspiración adicional.



Sabes “regalo de Dios”, yo vengo de un hogar muy diferente al que tú vas a nacer. Mis padres fueron muy diferentes a tu mamita y a mí. Ellos no fueron cristianos, y actuaban sin conocer a Dios. En cambio tú, tienes a tus dos padres en los brazos de Cristo. Eso es lo que más me alegra de tu nacimiento.



No veo la hora en que le daré la noticia a tu mamita. En cualquier momento va a llegar. Te escribiré cuando le haya dado la noticia de su vida ¿si?



Hola “regalo de Dios”, ¿cómo estás eh? Estamos en pleno mundial 2010, tu mamita es hincha de Brasil, yo soy de Argentina, a tu mamita le encanta ver los partidos de fútbol en donde se juega fútbol importante, así dice ella, por ello no le gusta que yo vea los campeonatos de fútbol nacional. Pero igual, yo los veo, jajaja.



Ayer, Argentina Ganó a Bulgaria por 1-0 ¿y sabes quién metió gol? Gabriel Heinze, es un defensa muy bueno, y actualmente está jugando en el Real Madrid de España. Tú dirás porqué te cuento esto, pues bien, si tú eres un varoncito, te llamarás, Gabriel, ¿Qué tal? Además es el nombre del mensajero de la Biblia, el ángel Grabriel. Y si eres mujercita, te llamarás… mejor que te lo diga tu mamita. Ese nombre está en disputa porque yo quisiera que te llames como tu mamita, pero a ella no le gusta su nombre pues es para varón y para mujer. ¿Entiendes? Pues bien. Mejor esperamos a decidirnos mejor.



“Regalo de Dios”, le dije a tu mamita, y ella se emocionó, y lo primero que dijo fue: “vas a tener un hermanito”, mirando a Luna, nuestra pequeña perrita. ¡Qué gracioso no! Tu mamita es linda, es muy adorable, es muy tierna, la amo mucho. Bueno ambos estamos muy felices. Muy, muy felices. Vamos a ir a almorzar a un lugar donde a tu mamita le encanta. Es la primera vez que iremos a almorzar juntos. Hoy 14 de junio del 2010. Tu mami está muy feliz.



Hoy llamé a tus abuelitos, a mis padres. Ellos se emocionaron con la noticia. Tu abuelita se puso muy feliz, y tu abuelito también, me felicitó. Ellos no viven juntos actualmente, pero de seguro Dios los ayudará a solucionar su situación. Oramos para ello. Pero ambos, son muy buenos. Te van a querer, ya lo verás.



Ya en la casa, de regreso, y después de haber hablado hasta el cansancio con tu mamita respecto a ti. Te contamos que dormiremos juntos los tres, por primera vez, al menos desde que nos enteramos de ti. Oramos y agradecimos a Dios, por ti “Regalo de Dios”. Deseo que descanses muy bien. Estaré a tu lado, no temas, Dios nos ama, y yo estaré para cuidarte. Te espero, con todo mi amor.


Tu papá.

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